El reloj del juicio final se encuentra a tan sólo 90 segundos de marcar la medianoche, debido a la guerra entre Rusia y Ucrania, así como la amenaza de que se usen armas atómicas... pero empresas como Oreo ya se encuentran preparadas e incluso cuentan con un búnker, que sirve de guarida para miles de galletas ante un escenario apocalíptico.
Aunque todo esto puede sonar a un comercial o una broma, en verdad, la empresa Oreo fabricó un refugio similar a la bóveda del fin del mundo, donde se resguardan miles de semillas en caso de que un evento apocalíptico borre la vida vegetal de la faz de la Tierra; en el caso de la empresa, sólo sirve para guardar las galletas rellenas de crema.
¿Cómo es la 'guarida secreta' de Oreo?
The Global Oreo Vault es el refugio que construyó la empresa en Svalbard, Noruega, luego de que un usuario de Twitter preguntó quién salvaría a las galletas Oreo en caso de que un asteroide impactara la Tierra. Este refugio se localiza a unos metros de la ya mencionada bóveda de semillas... pero sólo fue parte de una campaña publicitaria.
De acuerdo con la campaña, dentro del refugio se conservan miles de galletas Oreo y los paquetes están protegidos con mylar, un material que puede soportar temperaturas que van de los -80 a los 300 grados; aunado a que es inmune a reacciones química, mantiene a los alimentos libres de la humedad y las conservará durante varios años.
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Tras eso, la empresa Oreo no volvió a mencionar la supuesta bóveda en las subsecuentes campañas. En caso de un escenario catastrófico, los sobrevivientes no podrán acceder a una bóveda subterráneo donde encuentren miles de piezas de este postre en forma de sándwich.
Y a todo esto, ¿quién inventó las galletas Oreo?
Las galletas Oreo existen desde 1912, cuando empezaron a ser elaboradas por The National Biscuit Company, mejor conocida como Nabisco, una empresa localizada en Nueva York. En sus inicios, el producto fue conocido como Oreo Biscuit y las galletas estaban al interior de una bolsa dorada.
El diseño que todos conocen fue idea de William A. Turner, un empleado de Nabisco, que colocó los tréboles en cada una de las caras de la galleta y el nombre Oreo en 1954. A partir del año 1974, la empresa comenzó a vender la versión doble crema, que ha sido una de las más exitosas en el mercado.
Ahora, las galletas Oreo son una de las múltiples marcas que conforman el patrimonio de Mondelez International y cuentan con presencia en al menos 100 naciones. El impacto de este producto es tan grande que, aparte de contar con su guarida secreta antiesteroides, también una avenida en Nueva York lleva tal nombre.