Si ya estás buscando plan para las vacaciones de diciembre, quizá ha llegado el momento de que le ‘eches un ojo’ a las maravillas más ‘escondidas’ de Jalisco.
Y es que al hablar del estado, seguramente las primeras ideas que vienen a tu mente son la capital Guadalajara, las playas de Puerto Vallarta o incluso un buen tequila, por supuesto, de la ciudad que lleva el mismo nombre.
Sin embargo, debes saber que en Jalisco también se produce vino -y del bueno-. Además, la entidad alberga un lugar que presume de tener el mejor clima del mundo. Te presentamos los secretos mejor guardados de las tierras jaliscienses para que planees tu próxima escapada.
¿A dónde ir de vacaciones en Jalisco?
Ribera de Chapala
Conformada por ocho municipios que rodean al Lago de Chapala, la Ribera es ‘envidia mundial’ por su clima templado incluso durante la época de invierno en México, según sus propios habitantes.
Además de olvidarte de los frentes fríos, en la Ribera -compuesta por Tuxcueca, Jamay, Chapala, Tizapán el alto, Jocotepec, Poncitlán, la Barca y Ocotlán- podrás amanecer con impresionantes vistas (cortesía del lago, el cielo y las montañas), además de que disfrutarás de cálidas aguas termales y temazcales.
Por ejemplo, en el hotel Termal Cosalá, ubicado en la localidad de San Juan Cosalá, puedes acceder a un “pase por un día” para sumergirte en una variedad de aguas termales. El recorrido incluye desde la clásica alberca hasta jacuzzi de avena, lavanda, romero, jamaica y vino. El viaje termina con una mascarilla de barro para humectar tu piel. Los precios van de los 700 a 900 pesos.
Viñedos de Chapala
Aunque Jalisco no se encuentra entre los estados con mayor producción de vino en México, la entidad se ha puesto en el “mapa” de la bebida gracias a las bondades del clima de Chapala, tales como la temperatura y la humedad.
De acuerdo con Gerardo Torres, dueño de la finca “La Estramancia”, Jalisco cuenta actualmente con al menos 16 viñedos que producen distintas variedades de vino.
Por ejemplo, en “La Estramancia” -sede del viñedo tipo boutique que se localiza en Tuxcueca, al pie del Lago de Chapala- se elabora vino tinto, rosado y espumoso a partir del cultivo de uvas malbec, tempranillo y syrah.
Además de degustar un buen vino (sí, en la tierra del tequila), en “La Estramancia” puedes disfrutar de visitas privadas o en grupo, celebraciones personales o empresariales, así como paseos por el muelle.
Las ‘piedrotas’ de Tapalpa
Y si lo tuyo son las actividades al aire libre y de naturaleza, el Valle de los Enigmas es una opción imperdible en el pueblo mágico de Tapalpa. Ahí encontrarás unas inmensas rocas -de ahí su nombre las ‘piedrotas’- en donde podrás trepar, recorrer el paisaje o hacer otras actividades como tirolesa o paseo a caballo.
¿Y por qué son tan grandes? Leyendas locales indican que las rocas son producto del colapso de un meteorito en la zona, aunque hay quien dice que los “marcianos llegaron ya”... y dejaron su huella ahí.
Si después del paseo aún te queda energía, cerca de las ‘piedrotas’ te espera el centro de Tapalpa con una amplia oferta cultural y gastronómica. Ahí podrás dar un recorrido por el Templo de Nuestra Señora de Guadalupe, el kiosko y un sinfín de tiendas y restaurantes con todo y los tradicionales tamales de acelga.
Un viaje al pasado en Atacco
En las entrañas del municipio de Tapalpa puedes visitar el ex Hospital de Indios, que se ubica en el pueblo de Atacco. Dicho lugar es un referente en la medicina tradicional mexicana, pues ahí los franciscanos atendían a los indígenas enfermos en la época colonial.
El inmueble -que fue restaurado por la Secretaría de Cultura debido a su valor cultural y religioso- cuenta con un huerto de plantas medicinales, un templo y una farmacia donde podrás comprar ungüentos y aceites para varios males.