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El mejor truco para conservar la lechuga cortada y fresca para tus ensaladas

Con este truco tu lechuga estará lista para consumir, aun cuando la hayas cortado desde un día antes

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¿Te ha pasado que preparas tu deliciosa ensalada y cuando la vas a consumir la lechuga está marchita? Seguramente sí, por ello, en este artículo te diremos cómo conservar la lechuga super fresca después de que la cortes.

La lechuga es un vegetal muy ligero que contiene muchísima agua y vitaminas A, C y E, que son perfectas para cuidar la piel y la visión, de acuerdo a expertos. Ademas, al ser un alimento bajo en calorías las personas la consumen mucho en ensaladas u otros platillos.

¿Qué otro beneficio importante tiene la lechuga?

De acuerdo a expertos, la lechuga también es rica en ácido fólico, super importante cuando se está en el embarazo. Aporta minerales como el potasio (ayuda en la función nerviosa y muscular), hierro (necesario para fabricar la hemoglobina, proteína de los glóbulos rojos) y fósforo y calcio (mantienen nuestro huesos y dientes sanos).

¿Cómo mantener la lechuga fresca después de cortarla?

En este artículo te daremos el paso a paso para que tu lechuga esté fresca y como recién cortada. Aplica para los diferentes vegetales de hoja.

Procedimiento:

  1. Separa todas las hojas de tu lechuga.
  2. Ponlas en un recipiente con agua y vinagre, en una proporción de una cucharada de vinagre por cada litro de agua y muévelas  para que se desprendan los restos de tierra y posibles insectos.
  3. Déjalas remojando durante unos 10 minutos, aproximadamente.
  4. Pásalas a otro recipiente con agua sola y déjalas en remojo otros 10 minutos.
  5. Escurre y sécalas bien con dos paños de cocina limpios y secos. Asegúrate que las hojas queden bien secas, sin maltratarlas.
  6. Y lo más importante, pon la lechuga en un tupper en la nevera, pero sin taparlo durante un par de horas como mínimo, hasta que la lechuga coja la temperatura de la nevera. Luego ya la puedes tapar.
  7. Es muy importante cuidar el paso 5 y 6, debido a que si guardamos la lechuga mojada, a temperatura ambiente y tapada, provocaríamos condensación en la tapa del tupper y las gotas de esa condensación irían cayendo sobre la lechuga, siendo las culpables de la oxidación y putrefacción de las hojas.
  8. Cuando vayas a preparar una ensalada, no saques el tupper de la nevera  con mucha anticipación, a no ser que vayas a usar todo su contenido. Si aún te va a quedar lechuga, deja el tupper tapado a la nevera.