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¿Por qué es malo comprar sandías partidas a la mitad en el mercado?

Algo tan normal en el día a día que puede acarrear varias desventajas.

Peligro de comprar sandías partidas a la mitad.Créditos: Pexels
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Las sandías son frutas refrescantes y deliciosas, y hasta cuadradas que suelen ser muy populares durante los meses de verano. Muchas personas compran sandías en el mercado, sin embargo, hay una práctica común en algunos puestos que consiste en vender sandías partidas a la mitad. A simple vista, esto puede ser normal, pero en realidad puede tener varias desventajas.

Razones por las que no debes comprar sandías partidas a la mitad en el mercado

Pérdida de frescura y sabor

Cuando una sandía se corta a la mitad, se expone al aire y se acelera el proceso de descomposición. Esto significa que la sandía perderá rápidamente su frescura y puede volverse insípida. Si deseas disfrutar de una sandía jugosa y llena de sabor, es mejor comprar una sandía entera.

Mayor exposición a bacterias y contaminantes

Las sandías tienen una cáscara dura que las protege de bacterias y contaminantes externos. Sin embargo, cuando se corta una sandía por la mitad, queda expuesta y es más susceptible a la contaminación. En un mercado concurrido, existe un mayor riesgo de que se contaminen con bacterias dañinas, como la salmonela.

Dificultad para evaluar su calidad

Al comprar una sandía partida a la mitad, es difícil evaluar la calidad de la fruta. No puedes ver el color, ni escuchar el sonido de golpearla, que son indicadores comunes de si una sandía está madura y jugosa. Al adquirir una sandía entera, puedes examinar su piel, buscar una mancha amarilla en el lugar donde descansó en el suelo (señal de madurez) y hacer una evaluación más precisa de su calidad.

Mayor costo y desperdicio de comida

Por lo general, las sandías partidas a la mitad tienen un precio más alto que las sandías enteras. Esto se debe a que el costo de cortar y empaquetar las sandías incrementa el costo de producción. Además, si compras una sandía partida a la mitad y no puedes consumirla toda de una vez, corres el riesgo de que la otra mitad se desperdicie y se vuelva incomible rápidamente. Con una sandía entera, puedes decidir cuánto deseas cortar y almacenar adecuadamente lo que no consumas.

Ahora ya sabes que comprar una sandía partida a la mitad puede acarrear varias desventajas. La pérdida de frescura y sabor, la mayor exposición a bacterias y contaminantes, la dificultad para evaluar su calidad y el mayor costo y desperdicio de comida son problemas asociados con esta práctica.