Una de las partes más importantes de un automóvil son las llantas. Este componente es uno de los menos revisados por los conductores, pero es algo muy esencial en la vida diaria.
El desgaste que se realiza depende del uso que se le brinde a los automóviles, además del clima, asfalto, temperaturas, entre otros problemas. Sin embargo, el identificar que un neumático está defectuoso llega a salvar vidas.
Estos indicios son fundamentales para poder determinar el cambio de llantas e incluso la revisión ayuda a identificar si son una o más piezas que están defectuosas o hayan pasado su tiempo de vida.
Se puede revisar el desgaste del neumático con una moneda
De acuerdo con la marca Bridgestone, hay maneras de revisar el desgaste de una llanta, entre esos métodos mencionan el de verificar el deterioro con una moneda.
Los pasos para hacer esta exploración son:
- Tomar una moneda de un peso.
- Colocarla en una de las ranuras del dibujo
- Observar con atención
De acuerdo con la empresa, si la persona observa fácil el filo plateado de la moneda, se debe de cambiar “por seguridad”. Pero si aún ves el águila, entonces puedes correr más kilómetros.
¿Cuánto dura una llanta?
No hay un tiempo determinado el cual se tenga conocimiento de cuánto dure un neumático. Su desgaste va a depender del kilometraje que haga el automóvil, además de “su diseño, los hábitos del conductor, el clima, las condiciones del camino y el cuidado que se les dé a las llantas”, publicó la empresa Michelin.
Ante ello, brinda recomendaciones sobre el tiempo que un conductor deberá de tener en cuenta para hacer una revisión a las llantas y al auto.
Cuando tienes cinco años con las llantas, que utiliza el auto, se deberán inspeccionar, por un profesional, al menos una vez al año. Después de los 10 años, Michelin recomienda “por precaución” hacer un reemplazo de los neumáticos.
“Incluso, si parecen estar en estado utilizable y no se han gastado hasta el indicador de desgaste de la banda de rodamiento”.
Daño de las llantas
Entre los factores que dañan a los neumáticos son: factores físicos (antigüedad, desgaste y daños); condiciones de camino (baches, obstáculos, bordes, objetos punzantes, reductores de velocidad); clima (temperaturas extremas, lluvia, nieve, hielo, aceite, grasa, productos químicos, luz solar intensa, ozono, entre otros).
También pueden dañarlo los hábitos de conducción (exceso de velocidad, arranques rápidos, freno de mano) y el uso inadecuado (llantas de verano en nieve, mezclar llantas, tamaños de rueda y rin).