Las cátsup es el aderezo preferido de niños y adultos porque se le puede poner prácticamente a todo, desde la pizza hasta el desayuno. Pero a todo esto ¿Cuál es la mejor marca del mercado?
Desde hace varios años, La Costeña y Heinz se disputan el corazón de los amantes de la cátsup en México. Te contamos cuál es la mejor para ponerle a tu huevito.
Lo primero que debes saber es que la cátsup como la conocemos fue creada en Estados Unidos por Henry J. Heinz en 1876 y rápidamente se extendió hacia México. Por ello, la marca Heinz es reconocida como la cátsup original en el mercado.
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Sin embargo, en territorio nacional La Costeña, una fabrica de alimentos fundada en 1923 por Vicente López Recines, hizo famoso a este aderezo con una canción que seguro te 'rebotó' más de una vez en la cabeza: "quítale lo aburrido, ponle lo divertido..."
La Costeña o Heinz: ¿Cuál es la mejor marca del mercado?
A pesar de su delicioso sabor, la cátsup ha encendido las alertas de los padres de familia por la gran cantidad de azúcar que contiene, así como de otros elementos que no siempre se incluyen en la etiqueta del producto.
De acuerdo con un estudio que realizó la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en 2020, la salsa de tómate cátsup de la marca Heinz contiene jarabe de maíz de alta fructosa de 42 por ciento, mientras que su versión sin azúcar añadida sólo contiene azucares propias del tomate.
Por su parte, la salsa cátsup de la marca La Costeña también contiene jarabe de maíz de alta fructosa al 42 por ciento.
Aunque este elemento pareciera inofensivo, el jarabe de maíz de alta fructosa -un edulcorante cuya azúcar proviene de la mezcla altamente purificada de la fécula de maíz- aportan 'caloriás vacías que con el tiempo se acumulan y derivan en sobrepeso y obesidad.
Ahora que ya lo sabes, seguro puedes elegir la mejor aternativa.
La norma mexicana que regula este producto, la cátsup debe tener por lo menos 12 por ciento de sólidos totales de tomates que que equivales a que el producto sea elaborado a partir de 44.4 por ciento de mínimo de tómate y no contener espesantes, colorantes ni conservadores.
de acuerdo con la
quien en 1876 le añade jitomate y crea no sólo un imperio, sino una forma de comer, aunque nos cueste aceptarlo.