La marca de Torres 10 es considerada una de las más conocidas, pero su historia no fue tan sencilla desde un inicio. Para llegar a ser reconocido como el mejor brandy del mundo, pasaron una serie de sucesos trágicos y la firma cayó en manos de distintos dueños.
Eso sí, cada uno de los propietarios siempre tuvo el objetivo de llevar la compañía a la cumbre y hasta el día de hoy se ha mantenido. Aunque no siempre se dedicaron a la fabricación de esta bebida.
Todo comenzó en Cataluña, en 1870 cuando los hermanos Jaime y Miguel Torres se asociaron para fundar la empresa Familia Torres, la cual se encargaba de exportar vinos, primero a Cuba, y después a todo el continente americano.
De lo más rústico, al éxito: la historia del Torres 10
Después llegó la segunda generación, en 1928, cuando Juan Torres comenzó a fabricar un brandy añejo procedente de los mejores vinos blancos del Penedès, en Barcelona.
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Ahí ya se parecía un poco más a lo que conocemos ahora. El brandy de Juan comenzó a ser reconocido gracias a su proceso de fermentación en barricas de roble.
Pero no todo fue éxito, ya que en 1939, cuando la empresa ya estaba a cargo Miguel Torres, hijo de Juan, la bodega fue bombardeada durante la Guerra Civil de España. Así que tocó iniciar desde cero.
Miguel logró reconstruir las instalaciones en poco tiempo y además ideó el embotellamiento; se comenzaron a poner los vinos en botellas y así se creó la marca Torres.
En 1946 se vendió el primer Torres 10 y a partir de ese momento comenzó a ser exportado hacia todo el mundo. Después le cedió la dirección a su hijo Miguel Agustín Torres.
¿Quién es el dueño de Torres 10 actualmente?
Después de haber pasado por tragedias y distintos directores de apellido Torres, la compañía quedó en manos de los hijos de Miguel Agustín. En el 2012 relevaron a su padre en la dirección de Familia Torres.