Un elevado consumo de sal está relacionado con padecimientos como el aumento en la presión arterial, debido a los altos niveles de sodio que ingresan al organismo, de ahí la importancia de no sólo moderar el consumo de esta sustancia, sino de también saber escoger cuál es la más sana de las diferentes variedades que podemos encontrar.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) afirma que la ingesta excesiva de sal es un factor de riesgo para desarrollar otras enfermedades como: insuficiencia cardiaca e infartos, accidentes cerebrovasculares, daño en los riñones, así como cáncer gástrico y colorrectal. A continuación, te decimos qué tipo de sal es la más benéfica, según la ciencia.
¿Cuál sal es la más saludable, según la ciencia?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que las personas no ingieran más de 5 gramos de sal al día, lo que equivale a menos de una cuchara chica o para té. Con esto dicho, todos los tipos de sal poseen beneficios, siempre y cuando, no se consuman en exceso, aunque sí hay unos con más nutrientes que otros.
La sal de mesa (o también llamada sal fina) atraviesa por un proceso de refinación donde se le añaden minerales indispensables para el cuerpo humano, como el yodo y el flúor, además de que se crean cristales más pequeños. Una de las desventajas es que es más fácil salar un platillo, debido a la uniformidad que presenta.
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En lo que se refiere a la sal marina, esta contiene una gran cantidad de minerales (magnesio, potasio, hierro, zinc, entre otros); uno de los mitos es que es más saludable que la variedad de mesa, pese a que contienen la misma cantidad de sodio. Mayo Clinic afirma que tienen "el mismo valor nutritivo básico".
Existen otras variedades que se consideran más artesanales y exclusivas, como la flor de sal o la sal del Himalaya, las cuales contienen minerales como sodio y potasio -que también se encuentran en la sal de mar-; se considera que ambas son populares gracias al maketing, por ejemplo, la del Himalaya se obtiene en América Latina y no en la cordillera asiática.
¿Cómo reducir el consumo de sal?
Ya que toda variedad de sal puede causar problemas si se consume con poca moderación, la OMS cuenta con una serie de recomendaciones para minimizar el impacto de esta sustancia en la salud: no poner saleros en la mesa, evitar el consumo de tentempiés salados y elegir productos hiposódicos.
Los productos hiposódicos son aquellos contienen sodio en pequeñas cantidades y evitan la retención de líquidos en el organismo. Otra alternativa es que los mismos consumidores cada vez le echen menos sal a sus platillos, así como revisar la cantidad de sodio que poseen los alimentos manufacturados.