Encontrar un buen whisky barato puede ser difícil y el elegido depende de cómo se vaya a preparar, probablemente seas un apasionado de esta bebida o simplemente quieras disfrutarla sin hacer una fuerte inversión. Dos de las marcas más económicas y populares son el Passport y el William Lawson’s. Estas son sus características.
En este duelo de whiskys, el veredicto sobre cuál es el mejor depende de muchos factores, pero hay especialistas que los calificaron según sus perspectivas.
El whisky William Lawson’s
Se trata de un whisky escocés mezclado con sabor dulce y de cuerpo cremoso. Se elabora con alto contenido de malta y, aunque la mezcla la produjo por primera vez William Lawson’s en 1849, hoy le pertenece a Bacardí.
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De acuerdo con el sitio especializado Marcas de Whisky, tiene notas de dátil, pasitas y un ligero sabor a barniz de uñas. En su descripción, es un whisky que mejora con una dosis de agua mineral y que se puede beber con refrescos de limón o Coca-Cola. Lo catalogaron como uno de los peores de México y, al igual que el Passport, entró en su lista porque consideraron que no son apropiados para tomarse derechos o en las rocas, pero que se prestan a mezclas como un coctel de whisky con Coca-Cola.
Por otro lado, el sitio Bebidas con Espíritu asegura que es ideal para tomarlo con Coca-Cola o zumo de manzana, "una opción perfecta como marca de whisky barato para combinar".
El precio del whisky William Lawson’s inicia desde los 170 pesos.
El whisky Passport
Este es uno de los whiskys más comunes y se puede encontrar muy fácilmente, es del tipo escocés y tiene 40% de alcohol. Marcas de Whisky lo describe como con un sabor dulzón, notas a madera y astringente. Sugiere combinar con refresco.
Bebidas con Espíritu asegura que el Passport es también bueno para hacer un blended, aunque posicionan a otros whiskys en mejores lugares porque se pueden tomar solos y no combinados.
El precio del Passport inicia desde los 150 pesos.
¿Cuál whisky es mejor Passport o William Lawson’s?
Cada paladar es distinto y, como dicen, en gustos se rompen géneros, así que descubrir un sabor que encaje al cien por ciento y que esté dentro del presupuesto es todo un reto que dependerá también de cómo se prepare la bebida. En este caso, ambos compartieron una característica: fueron calificados como “buenos”, pero para mezclar.