Cuando a los perros se les dan alimentos como jamón o salchichas, pueden sufrir malestar estomacal o hasta infecciones intestinales; en el caso de las personas, muchas recurren al Pepto Bismol, una solución oral para aliviar los síntomas y evitar un cuadro severo por una infección estomacal, ¿pero los 'lomitos' pueden consumirlo?
Antes de siquiera pensar en proporcionar un fármaco a tus mascotas, lo más importante es que lo lleves con un médico veterinario o algún especialista, con la finalidad de que detecte qué enfermedad tiene y le proporcione un tratamiento acorde a su raza, edad y tamaño. Al igual que en las personas, autorrecetar no siempre es una buena opción.
¿Se le puede dar Pepto Bismol a un perro?
Pepto Bismol está compuesto por varios ingredientes, entre los que figura la pepsina, subsalicilato de bismuto, sales de zinc, salicilato de fenilo y aceite esencial de gaulteria. Los perros NO deben consumir este fármaco a causa de su misma fórmula, aunque parezca que es inofensivo.
El subsalicilato de bismuto es un ingrediente para tratar la diarrea, la acidez y el malestar estomacal, de acuerdo con información de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos; uno de sus efectos secundarios es causar pitido de oídos. La pepsina se trata de una enzima digestiva que ayuda a digerir las proteínas.
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Mientras que el salicilato de fenilo es un químico que, dentro de la industria farmacéutica, se usa como un antiséptico destinado a eliminar la actividad bacteriana en el intestino delgado. Por otra parte, el aceite de gaulteria es un desinflamatorio y también sirve de analgésico ante los espasmos abdominales.
¿Por qué no darle Pepto Bismol a un perrito?
Las personas no deben dar Pepto Bismol o algún otro tipo de medicina a los perros, debido a que las cantidades recomendadas en los empaques son para personas adultas y no para canes que cuentan con un menor peso y talla. De no conocer las cantidades exactas, una persona podría intoxicar a su propia mascota.
En caso de una ingesta excesiva de Pepto Bismol, las personas pueden sufrir debilidad, problemas con el equilibro, confusión, temblores y hasta movimientos musculares espasmódicos, síntomas que se agravarían en un perro en caso de no darle la dosis indicada. Por esta razón, siempre se debe consultar a un profesional.