Uno de los whiskys favoritos dentro de la industria de las bebidas alcohólicas es el de la marca Jack Daniel’s y no por nada es de lo más vendidos, pues desde sus inicios su dueño le puso un gran empeño. Seguramente muchos de sus fieles lo han comprado y consumido sin saber que tiene una trágica historia detrás.
Todo comenzó cuando Jasper Newton Daniel, mejor conocido como Jack por sus seres queridos, se escapó de su casa a los 7 años y fue adoptado por un sacerdote llamado Dan Call.
Este hombre daba misa los domingos, pero los lunes cambiaba de ocupación y hacía whisky en su propia destilería. Así fue como ese niño comenzó a relacionarse con este ámbito, sin imaginar que después sería el dueño de la firma de whisky más famosa.
La trágica historia del whisky Jack Daniel’s
Cuando creció, Jack compró el negocio de la persona que se hizo cargo de él y lo registró oficialmente en 1866. Fue la primera destilería formal en Estados Unidos.
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Todo iba viento en popa y se había logrado posicionar como el mejor, pero en 1906 un accidente marcaría el fin de una increíble era. En un intento por abrir una caja fuerte que tenía en su oficina, se fracturó el pie.
No recordaba la contraseña y por la frustración la pateó hasta quedar herido. Esa fractura derivó en una infección y posteriormente una gangrena que se espació por toda su pierna.
El problema físico continuó por otros cinco años, pues fue en 1911 cuando falleció por complicaciones asociadas a ese fatal golpe.
¿Quién es el dueño de Jack Daniel’s?
Como el maestro del whisky no tenía hijos, les dejó como herencia la destilería a sus sobrinos Lem y Jess Motlow, quienes continuaron con su legado justo como él lo dejó.
Y más tarde, en 1956, le vendieron la firma a Brown-Forman Corp, la cual continúa como dueña de la etiqueta hasta el día de hoy.