Una de las refresqueras más poderosas a nivel nacional e internacional es sin lugar a dudas Coca-Cola, la cual logró sobresalir y ganarse la preferencia de los consumidores por su refrescante sabor y hasta por el diseño de sus envases.
Y es que fue su botella color verde, bautizada como ‘Georgia Green’ (Verde Georgia), la que la llevó a sobresalir de la competencia y que hasta la fecha asociamos directamente con esta bebida, pero ¿cuál es su historia?
Pese a que las primeras botellas se empezaron a comercializar el 2 de marzo de 1894 desde una tienda de dulces de Misisipi, éstas no contaban con la inconfundible forma de sus envases que conocemos en la actualidad.
¿Cómo surgió la botella verde de Coca-Cola?
Hace más de un siglo Coca-Cola convocó un concurso para crear un envase de cristal que se convertiría en un símbolo global, y que desafiaba a las compañías vidrieras de Estados Unidos a desarrollar un envase que fuera reconocible en la oscuridad e incluso cuando se rompiera.
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El objetivo era derrotar a los competidores que trataban de emular el refresco que nació en la farmacia Jacobs, ubicada en la ciudad de Atlanta, Georgia, y que fue fabricada por el doctor John Pemberton con una mezcla de hojas de la planta de coca y semillas de nuez, que originalmente servía como un remedio para las náuseas y el dolor de cabeza.
La botella ganadora fue el envase de cristal verde claro diseñado por Root Glass Company en Indiana en 1915, y que recibió el nombre de Georgia Green, como tributo al estado de origen de la marca.
Dicho envase fue diseñado por Chapman J. Root, quien obtuvo los derechos exclusivos para fabricar la botella de cristal color verde, lo que lo llevó a convertirse en millonario.
Y es que en 1939 construyó la red de plantas embotelladoras Associated Coca-Cola Bottling Plants, misma que se convertiría en la mayor independiente de la nación para la compañía estadounidense.
Sin embargo, en 1982 la embotelladora fue vendida a Coca-Cola por 417.5 millones de dólares.