Shein es uno de los fabricantes y distribuidores de ropa más grande a nivel mundial, pues se encuentra valorado en 92 mil millones de dólares (alrededor de mil 840 millones de pesos). Pero esto no ha librado a la compañía china de recibir acusaciones de explotación laboral y, en fechas más reciente, de apropiación cultural por usar un diseño maya en una de sus blusas.
A través de la Secretaría de Cultura, el Gobierno de México exigió una explicación a Shein respecto a los señalamientos de apropiación cultural, por lo que el fabricante chino ofreció una disculpa. Mientras que Yucachulas, una marca mexicana y establecida en Yucatán, acusó el plagio del modelo de top.
¿De qué otras cosas se le acusa a Shein?
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Explotación laboral
En mayo del presente año, usuarios de redes sociales acusaron supuesta explotación laboral por parte de Shein, debido a que en las etiquetas de la ropa aparecieron mensajes como "help me" (ayúdame). Aunque la compañía desmintió tales acusaciones y algunos videos resultaron falsos o editados, hay acusaciones de explotación sustentadas por ONGs.
Public Eye, una ONG de Suiza, documentó que los trabajadores de Shein laboran hasta 75 horas semanales en las fábricas de Guangzhou, China. La mayoría de los empleados laboran durante tres turnos al día y sólo tienen un día de descanso al mes; a menudo contratan a inmigrantes, quienes no pueden exigir derechos laborales a causa de su estatus migratorio.
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De acuerdo con la agencia Reuters, las autoridades de Reino Unido sospechan que Shein recurre al trabajo infantil forzado, ya que la compañía china se ha negado a facilitar información detallada acerca de sus cadenas de suministro, algo que se pide a empresas que facturan por lo menos 40 mil millones de dólares anuales.
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Contaminación
Greenpeace también ha señalado a Shein por realizar lo que se denomina 'greenwashing' -lavado de imagen verde-, debido a que dicha compañía donó 15 millones de dólares (cerca de 300 millones de pesos) para financiar a una ONG que trabaja con desechos textiles en Ghana, una nación del este de África.
Según Greenpeace, la compañía china es una de las principales promotoras de la 'moda ultrarrápida', es decir, "producir cantidades enormes de artículos que resultan desechables y muy baratos (...) que depende de desperdiciar los valiosos recursos de la Tierra". Esta producción en masa es insostenible para el medio ambiente, reiteran grupos ecologistas.
Pese a lo anterior, Shein cuenta con una certificación SA8000, donde la empresa es conciente del impacto ambiental de sus operaciones. Un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) apunta que la industria de la moda es responsable del 8 por ciento de la generación de gases invernadero, mismos que aceleran el calentamiento global e incentivan el cambio climático.