Un estudio reciente encontró una relación entre la enfermedad de Parkinson y las pesadillas. Cada noche, cuando nos vamos a dormir, pasamos un par de horas en un mundo virtual creado por nuestro cerebro en el que somos los principales protagonistas de una historia que se desarrolla y que no creamos conscientemente. En otras palabras, soñamos.
Para la mayoría de las personas, los sueños son principalmente agradables, a veces negativos, a menudo extraños, pero rara vez aterradores. Es decir, si se recuerdan en absoluto. Sin embargo, para alrededor del 5 por ciento de las personas, las pesadillas aterradoras y memorables (malos sueños que hacen que te despiertes) ocurren semanalmente o incluso todas las noches.
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Estudios recientes han demostrado que las personas con enfermedad de Parkinson tienen malos sueños y pesadillas con más frecuencia que las personas sin la enfermedad. Los estudios sugieren que entre el 17 por ciento y el 78 por ciento de las personas con Parkinson tienen pesadillas semanalmente.
Un estudio que realicé* en 2021 encontró que las personas recién diagnosticadas con Parkinson que experimentan sueños recurrentes con contenido " agresivo o lleno de acción ", tienen una progresión más rápida de la enfermedad en los años posteriores a su diagnóstico, en comparación con aquellos sin sueños agresivos. Como tal, mi estudio, junto con estudios similares, sugiere fuertemente que los sueños de las personas con Parkinson pueden predecir futuros resultados de salud.
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Esto me hizo preguntarme, ¿los sueños de las personas que no tienen Parkinson también podrían predecir futuros resultados de salud? Mi último estudio, publicado en la revista eClinicalMedicine de The Lancet, muestra que sí pueden. Específicamente, mostró que desarrollar malos sueños o pesadillas frecuentes en la vejez podría ser una señal de advertencia temprana de la enfermedad de Parkinson inminente en personas sanas.
Analicé datos de un gran estudio de EU que contenía datos durante 12 años de 3 mil 818 hombres mayores que vivían de forma independiente. Al comienzo del estudio, los hombres completaron una serie de cuestionarios, uno de los cuales incluía una pregunta sobre los malos sueños.
Los participantes que reportaron pesadillas al menos una vez a la semana fueron seguidos al final del estudio durante un promedio de siete años para ver si tenían más probabilidades de ser diagnosticados con el padecimiento.
Durante este período, 91 personas fueron diagnosticadas con Parkinson. Aquellos que informaron tener pesadillas frecuentes al comienzo del estudio tenían el doble de probabilidades de desarrollarla en comparación con aquellos que las tenían menos de una vez a la semana.
Curiosamente, una proporción significativa de los diagnósticos ocurrió durante los primeros cinco años del estudio. Durante este período, los participantes con pesadillas frecuentes tenían más del triple de probabilidades de desarrollar la enfermedad.
Parkinson y pesadillas años antes
Estos resultados sugieren que los adultos mayores que algún día serán diagnosticados con la enfermedad de Parkinson pueden comenzar a experimentar malos sueños y pesadillas unos años antes de desarrollar los síntomas característicos de la enfermedad de Parkinson, que incluyen temblores, rigidez y lentitud de movimiento.
El estudio también muestra que nuestros sueños pueden revelar información importante sobre la estructura y función de nuestro cerebro y pueden resultar un objetivo importante para la investigación en neurociencia.
Sin embargo, es importante destacar que solo 16 de los 368 hombres con pesadillas frecuentes en este estudio desarrollaron Parkinson. Dado que el Parkinson es una condición relativamente rara, es poco probable que la mayoría de las personas que tienen pesadillas frecuentes lleguen a tener la enfermedad.
Aun así, para aquellos que tienen otros factores de riesgo de Parkinson conocidos, como somnolencia diurna excesiva o estreñimiento, el hallazgo podría ser importante. Ser consciente de que los malos sueños y las pesadillas frecuentes (particularmente cuando comienzan repentinamente en la vejez) pueden ser un indicador temprano de la enfermedad de Parkinson, podría conducir a diagnósticos y tratamientos más tempranos. Algún día, es posible que los médicos incluso puedan intervenir para detener el desarrollo de la enfermedad de Parkinson.
Mi equipo ahora planea usar la electroencefalografía (una técnica para medir las ondas cerebrales) para observar las razones biológicas de los cambios en los sueños de las personas con Parkinson. Esto puede ayudarnos a identificar tratamientos que podrían tratar simultáneamente las pesadillas y también ralentizar o prevenir la aparición de la enfermedad en personas con riesgo de desarrollarla.
*Para leer la publicación original haga clic aquí.
*Abidemi Otaiku, miembro de la NIHR n Neurología de la Universidad de Birmingham.
*The Conversation es una fuente independiente y sin fines de lucro de noticias, análisis y comentarios de expertos académicos.