El vino es la bebida ideal: tiene múltiples beneficios para la salud, mejora el sabor de los alimentos, te hace ver sofisticado y, además, tiene un sabor refinado y exquisito.
Sin embargo, no todos los vinos son iguales, empezando porque hay unos que son blancos y otros que son "rojos", es decir, tintos. Dicho eso, ¿qué diferencia hay entre ambos? Te explicamos.
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Vino tinto... mas fuerte ¿y con más antioxidantes?
Además de su color intenso, el vino tinto tiene diferentes características al vino blanco. La principal: el sabor. El vino tinto necesita de uvas de mayor madurez, por lo que su sabor tiende a ser más dulce, además de que, por esa razón, tiene mayor cantidad de calorías.
Para su preparación se usa toda la uva, es decir, no se prescinde de su piel, como pasa con el blanco. Hay que resaltar que el color de esta bebida depende enteramente de la piel de la vid y no de la pulpa, a diferencia de otras bebidas, tanto alcohólicas como sin alcohol.
Asimismo, suele tener más minerales, principalmente magnesio. Ergo, el vino tinto tiene mayores propiedades antioxidantes, por lo que resulta más benéfico para la salud.
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Otra diferencia es que el vino tinto se realiza mediante la maceración de las uvas tintas con sus hollejos y semillas, además de que tarda más tiempo en elaborarse y en añejarse.
Respecto a los alimentos para acompañarlo, el vino tinto es ideal para cortes de carne, así como quesos fuertes.
Para tomarlo es mejor copas grandes y anchas que permitan disfrutar su sabor y aroma.
Vino blanco... más fresco y con menos calorías
El vino blanco tiene un sabor más amargo... pero es más fresco.
A diferencia del tinto, para este no se utiliza la piel de la uva, además de que en su fermentación sólo se utiliza el zumo obtenido de la pulpa.
El vino blanco debe consumirse fresco, en copas delgadas que permitan mantenerlo frío, a diferencia del tinto, que debe tomarse a temperatura ambiente.
Este vino, además, va mejor con mariscos y quesos grasos y cremosos, además es ideal para consumir ensaladas, debido a que hay una mayor frescura y convivencia de los sabores.
A su vez, el vino blanco suele tener menos alcohol y menos calorías que el tinto, así que es ideal para mantener una dieta baja en calorías.
¿Cuál es mejor, el tinto o el blanco?
La respuesta es que ambos son igual de buenos (aunque también depende la marca que elijas) y depende del contexto en el que lo vayas a consumir.
El vino blanco, que es más fresco, es idóneo para un día de campo o un evento en la playa de día, en donde se puede acompañar de mariscos, quesos ligeros y ensaladas.
El tinto es perfecto para eventos especiales, así como para cenas románticas, debido a que exige sabores más fuertes.
Sea cual sea: ambos son una bebida perfecta.
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