Desde hace varios años el término "Godínez" se ha utilizado para designar a los oficinistas, así como a sus hábitos y costumbres, pero ¿por qué se les llama así? Te contamos.
Lo primero que debes saber, si es que aún no te has encontrado con ninguno, es que Godínez es un apellido y en los últimos años se ha acuñado como una forma de llamar a las personas que trabajan en oficinas o dependencias gubernamentales.
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Esta etiqueta generalmente viene acompañada de burlas y comentarios discriminatorios, también se ha convertido en un tipo de cultura que ha sido retomado por programas de radio, televisión y hasta por artículos universitarios que analizan la burocracia que los caracteriza, los bajos sueldos y las expectativas de un mejor futuro.
Para algunos la etiqueta es despectiva, pero para otros se ha convertido en una forma muy mexicana de definir la forma de vida de miles de personas y que gustan compartirla en redes sociales.
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Incluso, hay quien considera que todos los trabajadores pueden ser considerados Godínez, pues al final del día tienen que rendir cuentas a sus superiores o empleadores.
¿De dónde salió el término 'godín'?
Aunque no se tiene la certeza de donde salió este término y como empezó a usarse para designar a los oficinistas, lo cierto es que esta etiqueta ya tenía un antecedente que surgió en los años sesentas: "Gutierritos".
Este nombre surgió en referencia a la popular telenovela del mismo nombre, cuyo protagonista era un hombre que era constantemente humillado por su jefe y maltratado por su esposa e hijos, quien pese a todo, se esforzaba por hacer bien su trabajo.
El término "Godínez" también aparece en "El Chavo del 8" y es encarnado por un estudiante con ese apellido al que no le gustaba estudiar y siempre evadía participar en clase.
También hay una referencia en un episodio de Los Simpson, que en su traducción al español mexicano identifica a un personaje con ese apellido, que no suele realizar bien su trabajo.
De acuerdo con la sabiduría popular, un 'Godín' es la persona que trabaja en una oficina con una jornada determinada, que en México inicia a las 9:00 y termina a las 6:00 con una hora intermedia para comer y también se ha convertido en un verbo con el que se hace alusión a las prácticas características de los oficinistas.
Entre ellas, la de almacenar u olvidar los tuppers, comer en el escritorio mientras se termina algo pendiente en la computadora, salir a tomar unos tragos con los compañeros de trabajo sin quitarse el gafete de la empresa.
Sin embargo, también es utilizado para describir un trabajo rutinario, predecible o aburrido en el trabajo, así como para quienes están obligados a soportar a sus jefes porque no pueden conseguir un mejo trabajo.