El cierre, también conocido como cremallera o ziper es un invento que lleva muchos años con los seres humanos y que ha facilitado la vida de millones de personas desde su creación debido al uso de prendas e incluso calzado y otros artículos que requieren ser cerrados.
Su historia comenzó a finales del siglo XIX, cuando se empezaron a fabricar botas altas para cubrirse del fango de las calles de las ciudades, pues abrocharse los múltiples botones o los largos cordones era un trabajo difícil.
Por ello, algunas personas comenzaron a buscar sistemas de cierre más prácticos, como Elias Howe, quien inventó la máquina de coser, aunque su intento consistía en unos ganchos que se ponían en los dos lados de la ropa que se quería cerrar e iban atados.
Más tarde, Whitcomb L. Judson, inventó un nuevo sistema de cierre para las botas debido a que tenía un amigo al que se le dificultaba atarse los cordones, y este fue llamado “Clasp Locker” o cierre de gancho y se parecía un poco al de Howe.
Dicho invento se presentó en la Feria Internacional de Chicago y fue un éxito a pesar de que no era muy útil. Por lo que Judson mejoró el modelo, pasó a llamarlo cierre de seguridad y se asoció con el Coronel Lewis Walker, un hombre de negocios.
¿Quién inventó el cierre de los pantalones y cuántos millones ganó por eso?
El inventor de los cierres para pantalones fue Gideon Sundbach, un ingeniero eléctrico de origen sueco, especializado en turbinas de vapor y empleado en la empresa de Judson y Lewis, quien presuntamente se casó con la hija del gerente, Elvira Aronson.
Cuando su esposa falleció, Sundbach quedó tan triste que se encerró en la empresa a trabajar día y noche hasta conseguir mejorar el invento de Judson.
Así fue como en 1913 consiguió diseñar un cierre que sí funcionaba, el cual tenía dos hileras de dientes que se juntaban en una única pieza al deslizar sobre ellas un cierre. Estas dos tiras paralelas y la pieza intermedia formaban una Y.
En 1917, Sundbach patentó su invento con el nombre “Hookless Nr 2” y luego creó una máquina para manufacturarlos. El invento sólo se utilizó para botas, bolsas de tabaco y sacas de correo, pero fue hasta 1926 que se implantaron en los pantalones vaqueros de trabajadores, en vez de los botones que eran difíciles de abrochar y desabrochar.
En los años 30, la cremallera se empezó a usar como cierre de todos los pantalones para hombre y en 1937 la revista Esquire nombró a la cremallera la Idea más nueva de la sastrería.
Hasta el momento se desconoce cuántos millones de dólares fueron los que ganó Sundbach por su maravillosa idea, pero sin duda es algo que ha facilitado la vida de millones de personas a nivel mundial._con información de BBC News.