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¡No son dos, es uno! 5 apellidos que son compuestos y no sabías

En Estados Unidos lo habitual es que los hijos de una pareja reciban un sólo apellido, que es el del padre; sin embargo, en México es más común que se utilicen dos ¡o hasta tres!

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En Estados Unidos lo habitual es que los hijos de una pareja reciban un sólo apellido, que es el del padre; sin embargo, en México es más común que se utilicen dos ¡o hasta tres!

Este es el caso de los apellidos compuestos, aquellos que se forman por dos o más palabras y se unen a través de un guion o de preposiciones, preposiciones más artículos, artículos y contracciones.

Entre los ejemplos más populares en México están López-Gatell o López-Dóriga, que corresponde a personalidades como el subsecretario de Salud, Hugo; y el colaborador de esta casa editorial, Joaquín; respectivamente.

Él es López-Gatell, subsecretario de Salud.

El caso más ilustrativo de la composición con la partícula 'de' es Félix Lope de Vega Carpio??, un dramaturgo, poeta y novelista español. ¡Ojo! En esta regla no son considerados aquellos como los que tienen "San", "Santo" o "Santa" o los que van acompañados de una o varias partículas (Del Castillo, De la Madrid), según el sitio Genealogía Hispana.

Otro ejemplo es Sofía Niño de Rivera Mesta, comediante de stand-up y actriz mexicana. Aunado a esto, otro ejemplo es Olga María del Carmen Sánchez Cordero Dávila, senadora y exsecretaria de Gobierno.

¿Cuál es el origen de los apellidos compuestos?

Los apellidos compuestos tienen su origen en la Edad Media, hacia el siglo XII y retrataban el linaje de las personas que pertenecían a la nobleza, señala Luis de Salazar Subia en su libro Origen de 300 apellidos castellanos y vascongados (1916).

Para ello había dos motivos:

  • Conservar el recuerdo de algún personaje ilustre en la familia, donde primero se ponía el apellido de los descendientes con el patronímico del famoso, así nacieron los Pérez de Guzmán o Fernández de Córdova. 
  • Unir el primer apellido a un solar (terreno) que poseía la familia, como los Núñez de Lara. 

Como esto se usaba hace varios siglos, De Salazar cuenta que para inicios del siglo XX algunas personas utilizaban apellidos compuestos como un distintivo nobiliario, aunque estos eran los menos, la mayoría lo hacía para evitar las confusiones dado que había personas que tenían el mismo nombre completo de otras.