Usuarios de las redes sociales se volvieron locos con una noticia ‘recién salida del horno’, y es que, el baguette fue declarado patrimonio inmaterial de la humanidad por la Unesco, motivo por el cual exigen que el bolillo también reciba dicho reconocimiento, pero ¿de dónde es cada uno y cuál es mejor?
Primero hay que señalar que el famoso y alargado pan recibió el estatus de protección debido a que rinde homenaje a la tradición, la producción artesanal y garantiza que la forma artesanal de hornear se transmita a la siguiente generación, según lo dicho por Audrey Azoulay, directora general de la Unesco.
De tal forma lo que el organismo adscrito a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoce no es al baguette como tal, sino al saber artesanal y cultural que rodea la elaboración de este popular pan que ha logrado llegar a diversas partes del mundo.
¿De dónde es el baguette y el bolillo?
Bueno pues respecto al baguette o simplemente baguete, éste tiene su origen en Francia; sin embargo, se tiene entendido que es un derivado del pan desarrollado en Viena, Austria a mediados del siglo XIX, cuando comenzaron a funcionar los primeros hornos a vapor.
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No obstante, también se tiene la teoría de que quienes le dieron la forma alargada al producto fueron los panaderos del ejército de Napoleón en el marco de las campañas contras los rusos, cuyo objetivo era poder transportar el pan fácilmente en sus pantalones.
Lo que sí es cierto es que a partir de 1993, el gobierno francés reconoció la receta oficial y plasmó en una ley la definición de la auténtica baguette, la baguette de tradition, que sólo puede hacerse usando métodos antiguos, la cual se logró gracias a las investigaciones de Steven Kaplan, especialista en la historia del pan francés desde 1700 hasta 1770.
En cuanto al bolillo, éste tiene su origen en México y se logró gracias a una mezcla de culturas, países, ingredientes y hasta herramientas. Y es que su origen se remonta a la época precolombina, aunque el pan como lo conocemos hoy en día surge en la época de la conquista.
Antes de la llegada de los españoles a territorio nacional, se preparaban algunas variedades de pan hecho de harina de amaranto, maíz o mezquite, molidos en metates.
Sin embargo, la técnica de agregar ingredientes como el trigo y otros cereales, así como utilizar molinos de rueda de piedra, impulsados por energía hidráulica o animales, fueron introducidos por los españoles.
Cabe señalar que existe una teoría que afirma que el trigo fue traído por un esclavo afrodescendiente, criado de Hernán Cortés, quien en un bulto de arroz encontró tres granos de trigo, mismos que germinó y de los cuales sólo uno se dio.
Una de las hipótesis sobre el origen del bolillo, cuenta que fue gracias a Camille Pirotte, un panadero del emperador Maximiliano de Habsburgo, quien fue el encargado de enseñar a preparar pan a las tropas francesas, instaladas en Guadalajara, durante la segunda intervención francesa en México.
Aunque una de las dificultades que enfrentó Pirotte fue que no contaba con levadura, por lo que tuvo que ingeniárselas para crear una receta con los recursos disponibles. Este panadero se volvió popular entre la población, ya que les regalaba el pan sobrante, por lo que surgió el “birote”, esto debido a que no podían pronunciar correctamente su apellido.
Posteriormente por órdenes del emperador, los militares enseñaron a los tapatíos los oficios y conocimientos que dominasen como fabricación de muebles, interpretación musical, y por supuesto, la elaboración de pan.
Fue así como la preparación del pan se fue extendiendo por todo el país, transformando la forma, el tamaño y hasta el método de preparación hasta llegar a la receta que se conoce hoy en día.
Baguette vs. bolillo: ¿Cuál es mejor?
Debido a que el bolillo es un derivado del baguette, son muchas las similitudes que comparten ambos panes; sin embargo, también tienen claras diferencias lo que hace que un producto sea mejor que el otro.
A simple vista podríamos decir que el pan francés es mejor que el pancito mexicano protagonista de las tortas, chilaquiles, molletes, capirotada, entre otros platillos. Esto se debe a una simple y sencilla razón: su reconocimiento.
Y es que el baguette se consagra como uno de los panes más conocidos, producidos y consumidos a nivel mundial, además de que su preparación se realiza de forma artesanal, por lo que fue reconocido como patrimonio inmaterial de la humanidad por la Unesco.
No obstante, en temas de salud, el bolillo tiene una clara ventaja y es que tiene un menor contenido calórico que su competencia. Por ejemplo, un baguette de 250 gramos contiene 685 calorías, en tanto que el pan mexicano tiene 183 calorías por cada pieza de 60 gramos.
Lo anterior depende del tamaño, pues claro está que el baguette es más grande, cuyas medidas pueden ir desde los seis y hasta los 85 centímetros de largo, en tanto que el bolillo mide aproximadamente 15 centímetros.
Por ello, para poder alcanzar el peso de un pan francés necesitarías comerte alrededor de cuatro bolillos con lo que estarías ingiriendo 732 calorías, apenas 47 más de las que te aporta un solo baguette.
Además, el bolillo sólo contiene 341.4 miligramos de sodio, 39 gramos de carbohidratos y 5.7 gramos de proteína; comparado al baguette que contiene 3.80 gramos de sal, 129.75 gramos de carbohidratos, y 22 gramos de proteína._ Con información de Lecaroz, Madripan y México Desconocido