El oro es de los metales más utilizados en la joyería e incluso en otras industrias como la electrónica o la odontología. Pero, como en todo, tiene algunas clasificaciones: los 14k, 18k y 24k. Estas medidas se utilizan para clasificar su pureza y, por lo tanto, también su valor.
Los quilates (k) permiten saber qué tanta cantidad de oro puro hay presente en lingotes, monedas o joyas, ya que en ocasiones se disminuye para añadirle otros metales que enfurezcan el artículo. Lo que ocurre es que, entre más oro tenga, más fácil de alterar su forma es: rayaduras, abolladuras, etc.
¿Qué significa 14k, 18k y 24k de oro?
La clasificación va desde el 1 hasta el 24 y entre más quilates haya, más costoso es. Quiere decir que el 14k es el de menor calidad y el 24k el de mayor. Pero eso no significa que uno sea mejor que otro y aquí te explicamos por qué.
- 24k: Es oro fino, con 999,9 partes de mil de oro puro. No se mezcla con ningún otro metal.
- 18k: Es el que comúnmente se comercializa. Tiene 750 partes, de mil, de oro puro. Las otras 250 son otros metales que le dan el efecto de otros colores o acabados.
- 14k: Tiene el 58,5% de oro y el resto son otros metales como el cobre, la plata y el níquel.
¿Cuál tipo de oro es mejor?
Dicen que en gustos se rompen géneros, pero la mayoría elige el de 18k porque es el más resistente y aparte de buena calidad. El de 24k solo se utiliza en joyería de incrustaciones.
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Pero, si se busca una joya de mayor resistencia y durabilidad, sin importar qué tanto oro tenga, pues entonces debería optarse por el de 14k ya que los metales con los que se combina lo hacen más fuerte.