Jabón Zote, Roma, Foca, entre otros, forman parte del día a día de miles de personas, quienes los usan para la higiene corporal o lavar prendas, ya sea en sus presentaciones líquida, en polvo o barra. También existen jabones artesanales o no convencionales, como es el caso del denominado jabón de piedra de alumbre.
Aunque existen personas alérgicas a los jabones, se han creado presentaciones que son menos agresivas con la piel, como es el caso del jabón neutro; estos productos también tienen otras utilidades como tapar conductos que presentan fugas de gas o agua ¿Pero cuál es el origen de esta palabra y de qué están hechos, por lo general, los jabones? Te lo contamos.
¿Cuál es el significado de la palabra Jabón?
El origen de la palabra jabón no es español, tampoco proviene del árabe ni del latín, sino del griego antiguo: el término proviene de sapo-onis, una colina donde se incineraban cadáveres de animales, donde la grasa se mezclaba con las cenizas de la madera y creaba una sustancia viscosa.
Sapo era la colina donde se sacrificaron los animales y onis que significa limo. Esa sustancia pegajosa formada de la grasa y las cenizas fue llamada sapo-onis; más tarde, el proceso químico para mezclar ácidos grasos con sosa en grandes calderas, y así crear jabones, fue denominado como saponificación.
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Siglos después, en la época del Imperio Romano, el término fue denominado como saponem y al español pasó como jabón. Inclusive en el inglés, una lengua que no guarda relación con el latín, la palabra para referirse al jabón es soap. ¿Pero de qué están hechos la mayoría de los jabones?
¿De qué están hechos los jabones?
Los jabones tienen tres ingredientes principales: grasa, sosa cáustica y agua. La sosa cáustica es una sustancia cristalina, sin olor y que puede liberar calor cuando se disuelve en agua; no sólo se utiliza para la elaboración de detergentes, sino también de papel y hasta tejidos.
Las piezas de jabón pueden incluir diferentes ingredientes para tener determinadas texturas: harina de avena, pétalos de flores, hojas de té, perlas de tapioca, semillas de amapola, piedra pómez y harina de maíz. Mientras que para agregarles aroma, se utilizan: menta, lavanda, vainilla, aceites esenciales,entre otros.
Todos los jabones deben tener siete cualidades principales para denominarse como tal: dureza, limpieza, condición -la capacidad de retener la humedad en la piel-, burbujeante, cremoso, además del iodo -que determina si un jabón es duro o blando-, así como el INS, referente a la saponificación.