El jabón es uno de los productos básicos en la vida cotidiana: ya sea para lavar los trastes, la ropa o simplemente para la limpieza personal; pero, ¿te has preguntado cuál fue el primer jabón de la historia? Spoiler: no, no fue el Zote.
La historia del jabón tiene diferentes orígenes y distintos tiempos en el mundo. Sin embargo, existen algunas referencias que sitúan su origen en el año 2800 a.c (antes de Cristo), en Egipto en el 1500 a.c y en Fenicia en el año 600 a.c.
Independientemente de cuál fue su origen, debes saber que el jabón no era como ahora lo conoces. De acuerdo con los registros, los primeros productos habrían estado hechos de una combinación de grasa animal y ceniza.
Los primeros jabones fueron empleados para lavar tejidos y ropa; tiempo después se comenzó a utilizar en la higiene personal. Sobre este último uso, existe el registro de un médico griego (Galeano) quien hablaba del valor del jabón para la limpieza del cuerpo y prevención de enfermedades.
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Aunque ya existían antecedentes del jabón y sus usos, este producto entró en decadencia debido a las invasiones bárbaras y a que en la Edad Media fue relegado su uso sólo a las clases altas.
¿Cuál fue el primer jabón de la historia?
Entre el siglo VIII y IX fue cuando resurgió la industria del jabón. Aunque su producción se mantuvo en muchos lugares, específicamente en España e Italia fue donde se comenzó a crear un tipo de jabón que incorporó el aceite de oliva en su producción.
No obstante, fueron los musulmanes quienes instauraron la primera mayor fábrica de jabón en Al-Ándalus (península ibérica).
Las Almonas Reales de Triana (como se les conocía) se encargaban de producir y enviar el jabón Castilla a la alta sociedad de Francia, España e Italia.
Tres siglos más tarde Fernando III reconquistó Sevilla y la Reina Doña Juana se convirtió en la titular de esta creciente industria.
No fue hasta finales del siglo XVIII cuando un accidente químico entregó al mundo la fórmula que permitió abaratar la producción del jabón y por lo tanto hacerlo más accesible a todas las clases sociales.
El descubrimiento fue realizado por el químico suizo Carl Wilhelm Scheele: el aceite de oliva, hervido con el óxido de plomo, da una sustancia conocida como glicerina.
Más tarde, el químico francés Nicolas LeBlanc inventó un proceso para obtener carbonato de sodio o sosa de la sal, con lo cual se eliminó la necesidad de cenizas.
Estos dos descubrimientos juntos dieron lugar a un proceso de fabricación mucho más económico, lo que permitió una comercialización masiva del producto... y el resto es historia.
Ahora ya lo sabes, para que el jabón pudiera llegar a tus manos como lo conoces, tuvieron que pasar muchos años, guerras y accidentes químicos. ¿Cuál es tu jabón favorito?