Si hablamos de empresas que han marcado la infancia de varias generaciones no podría faltar Marinela, compañía especializada en la producción de pastelitos y galletas, pero alguna vez te has preguntado ¿qué significa su nombre? Te contamos.
Cabe señalar que dicha compañía nació en 1955 y fue una de las primeras marcas que fundó Grupo Bimbo, sí el monstruo mexicano que ha logrado llevar su pan dulce a más de 33 países.
¿Qué significa la palabra Marinela?
El logo de Marinela es uno de los más conocidos entre los consumidores mexicanos; sin embargo, pocos de nosotros conocen el origen de su nombre, mismo que podría resumirse como una mezcla entre la pasión por los negocios y el amor por la familia.
Y es que el nombre de la compañía no es más que el apodo con el que llaman a la hija del fundador de Grupo Bimbo, Lorenzo Servitje Sendra, el cual fue adoptado por su padre cuando ésta tenía apenas unos meses de nacida.
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La hija del empresario y filántropo se llama María Elena Servitje, quien es conocida como Marinela, apodo que fue retomado por el empresario para de esta forma nombrar a su nueva compañía.
Es importante mencionar que en la actualidad, Marinela es una de las herederas del emporio de Bimbo y una de las 100 mujeres más poderosas del territorio mexicano.
¿Cómo nació Marinela?
La historia de Marinela se remonta a 1954, cuando en la planta de Bimbo, Santa María, se inicia la elaboración de las primeras pruebas de pastelitos espatulados al estilo americano, en sabores naranja, fresa y chocolate.
Para la operación de esta línea de productos se constituyó la compañía Pabisa (Pastelería y Bizcochos S.A.), empresa que registró la marca Keik con la cual comenzó a trabajar con apenas 14 personas y un camión.
Sin embargo, pese a la ambición en el proyecto, éste no tuvo el éxito esperado, por lo que apenas al año de estar en el mercado fue sustituido por la marca Marinela.
Desde entonces la imagen de la marca la ocupaba una niña rubia, quien tomó el nombre de Marina, compañía que inició con una nueva línea de pastelitos de porción individual, canastitas, delicias, empanadas, tartaletas, entre otros.
En esta ocasión la marca y el nombre fue bien aceptado por los consumidores; sin embargo, el éxito llegó con el producto Gansito, mismo que podía envolverse y conservaba el balance de sus ingredientes.
Fue hasta 1972, cuando Marinela inauguró en Azcapotzalco una planta de dimensiones sin precedentes. En este lugar se comenzaron a fabricar productos como los Chocorroles, Submarinos, Barritas y Polvorones.