Este 8 de octubre se conmemora el Día Internacional de la Dislexia, pero sabes ¿cuál es la diferencia de este trastorno con la dislalia? Te contamos.
Se trata de un trastorno específico del aprendizaje de origen neurobiológico y hereditario que afecta principalmente a los niños, pues dificulta el desempeño lector y de escritura. Sin embargo, también se presenta en adolescentes y adultos.
La dislexia afecta principalmente al lenguaje escrito y supone dificultad para leer o para comprender lo que se lee. Esto debido a que quienes la padecen suelen mezclar o sustituir letras, lo lo que hace que la lectura sea lenta.
Esto implica que quienes la padecen tengan problemas de comprensión, léxico limitado, confusión de nociones espacio temporales (derecha, izquierda, días de la semana, horas) y mala ortografía, entre otras.
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Aunque la dislalia es muy similar, esta afecta a la produccio´n del lenguaje oral por lo que se considera un trastorno fonológico. Consiste en la incapacidad del niño o la niña para pronunciar correctamente los sonidos del habla que son esperables según su edad y desarrollo.
A diferencia de la dislexia, la dislalia suele presentarse entre los tres y los cinco años y supone el trastorno del lenguaje más común en los niños.
Lo más importante para tratar la dislexia y la dislalia es detectarlas a tiempo, de lo contrario pueden causar un rezago educativo en los niños que suelen sentirse incompetentes.
La dislexia y la dislalia suelen tratarse con enfoques y técnicas educativas específicos, y mientras más pronta sea la intervención, más rápido es el desarrollo de los niños.