El Día de Muertos es la oportunidad para recordar a los amigos (as), familiares y seres queridos que ya fallecieron, pero también a los perritos que pasaron a una mejor vida y que dejaron su 'huella' en las personas. A continuación, te decimos cuándo llegan y cómo preparar tu ofrenda para recibirlos como se debe.
El primer paso es comprender la diferencia entre un altar y una ofrenda del Día de Muertos, para luego adquirir los elementos básicos como papel picado, pan de muerto, fruta, agua, sal y la fotografía del 'lomito' que queremos recordar. Todo esto debe ser antes del 1 de noviembre, conocido como el Día de Todos los Santos.
¿Cuándo es el día para recordar a nuestros perritos?
Los perritos que ya fallecieron vuelven cada 27 de octubre, de acuerdo con la tradición, por lo que el altar y la respectiva ofrenda deben estar colocados con varios días de anticipación. Mientras que entre los días 30 y 31 de octubre se recuerda a los infantes que fallecieron sin ser bautizados.
Según la tradición mexicana, los 'lomitos' vuelven en primer lugar porque tienen la labor de ser el puente entre ambos mundos, además de guiar a los espíritus de nuestros seres queridos, quienes regresan a 'visitar' a los vivos hasta el 2 de noviembre, fecha en que se conmemora el Día de los Muertos.
Para recibir a tu mascota, puedes poner las siguientes cosas en la ofrenda: croquetas o su comida favorita, agua en el tazón que le perteneció, una fotografía suya, el que fuera su juguete o peluche favorito. Si no tienes ninguno de estos objetos, bastará con dejarle agua y una porción de su comida favorita, recuerda que si en vida fue leal, lo seguirá siendo en el más allá.
¿Qué representa el perro en el Día de los Muertos?
Desde tiempos prehispánicos, los perros ocuparon un lugar especial en las creencias populares: se cree que los xoloitzcuintles servían de guía entre el mudo de los vivos y los muertos, además de que eran los únicos capaces de cruzar el río itzcuintlán para que sus amos llegaran al mictlán y así pudieran adquirir el descanso eterno.
Civilizaciones como la azteca llegaron a enterrar a los difuntos junto a sus perros, con el objetivo de que personas y perros se hicieran compañía mutua en el más allá y no rompieran el fuerte lazo que los unía en vida. Esta creencia fue retomada en la película 'Coco', donde el perro 'Dante' ayuda a 'Miguel' a llegar al mundo de los muertos.
En la actualidad, las personas consideran que todos los perritos van al cielo y cada año vuelven en la noche, para estar cerca de sus seres queridos y disfrutar de unas horas a su lado. Así que el 27 de octubre, en tu ofrenda, pon algo que recuerde a ese 'peludo amigo' que se adelantó, que él estará feliz de volverte a ver.