El refresco es una de las bebidas que no pueden faltar en las comidas y reuniones familiares, pero no todas las marcas de esta bebida han logrado sobrevivir la prueba del tiempo. Estos son los 5 refrescos que tomaban tus abuelitos y desaparecieron.
México es el primer consumidor de refrescos en el mundo con un promedio de 163 litros por persona al año, de acuerdo con datos de la Universidad de Yale.
Sin embargo, solo algunas marcas han logrado conquistar el corazón de los mexicanos, mientras que otras han quedado sólo como un recuerdo.
5 refrescos que desaparecieron
- Tony -Co
Tony-Co fue el primer refresco hecho en México por la empresa La Eureka, fundada en 1880 en el municipio de Rosario (Sinaloa). El sabor de esta bebida era el de vainilla y su nombre se inspiró en el dueño de la fabrica, Antonio Espinosa de los Monteros, quien quiso darle un toque anglosajón al nombre.
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Aunque la bebida gozó de gran éxito en sus primeros años, con la Revolución Mexicana la empresa tuvo que problemas para surtirse de insumos básicos para la producción y se fusionó en la empresa El Manantial S.A. de C.V poniendo fin al Tony-Co.
- Soldado de Chocolate
Esta bebida era elaborada con leche sabor chocolate por la embotelladora Sidra Pino, fundada en 1950 en Mérida, Yucatán. A pesar de su gran popularidad, la bebida dejó de producirse en 2011 luego de que la empresa que lo elaboraba se declaró en bancarrota.
- Escuis
Durante varios años, esta fue la bebida tradicional de Tamaulipas, la cual era producida en el municipio de Tampico por la compañía Factor Fleishman. Esta tenía un característico sabor a vainilla, pero en 2011 la empresa pasó a manos de Coca-Cola Femsa y la bebida dejo de ser producida.
- Bimbo
La industria refresquera ha sido tan popular que incluso Bimbo decidió incursionar en ella durante las décadas de los 50s y 60. Sin embargo, apenas unos años después estas bebidas desaparecieron y Bimbo se convirtió en el gigante de las panificadoras que es actualmente.
- Zaraza Vargas
Este refresco empezó a ser producido en 1965 por la embotelladora G. Vargas y Compañía Sucesores; y luego distribuida por la Embotelladora El Jarochito, pero su producción se detuvo a finales de 1990. Se dice que su sabor parecía ser de naranja, pero dejaba un suave sabor a chocolate.
Aunque estos sufrieron la desventura de desaparecer, hubo algunos otros que con el tiempo dejaron de ser refrescos exclusivos de una región para distribuirse a nivel nacional, como ocurrió con la Yoli.