Cada 28 de diciembre se celebra el Día de los Santos Inocentes y la tradición indica que se deben practicar algunas bromas a amigos y familiares, las cuales se desmienten diciendo “inocente palomita que te dejaste engañar”.
Sin embargo, dicha costumbre está muy lejos de lo que en realidad se conmemora, ya que este día tiene un origen trágico que va más allá del ingenio de los mexicanos para engañar a sus “víctimas”.
¿Cuál es el origen del Día de los Santos Inocentes?
Cada 28 de diciembre se recuerda la matanza que ordenó el rey Herodes en Belén, para acabar con todos los niños menores de dos años, con el objetivo de liquidar al futuro rey de Israel. No se sabe de verdad cuántos fueron, pero se habla de la muerte de al menos 30 niños.
De acuerdo con la biblia, Herodes gobernaba Israel cuando llegaron a Jerusalén los tres Reyes Magos preguntando dónde había nacido el futuro rey de Israel, pues habían visto aparecer una estrella en Oriente. Ellos recordaron la profecía del Antiguo Testamento, que decía:
"Cuando aparezca una nueva estrella en Israel, es que ha nacido un nuevo rey que reinará sobre todas las naciones".
Pero ¿por qué recordarlo con bromas?
El Día de los Santos Inocentes tiene una gran relación con la denominada “Fiesta de los locos“, que se efectuaba en Francia, entre la Navidad y el Año Nuevo. Incluía baile, música, comida, bebidas y disfraces.
Por ello, se decidió practicar algunas bromas, con la idea de engañar a alguien de manera inofensiva.