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ESTILO DE VIDA
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Debido a la forma de vida actual y a la necesidad de mantenernos comunicados para mantener relaciones laborales, personales y familiares, el celular se ha vuelto un aparato esencial en la vida de las personas, quienes han convertido en una necesidad su uso, sobre todo antes de dormir.
Sin embargo, a través de una serie de estudios se ha demostrado el impacto negativo de su uso, sobre todo en este horario, ya que afecta el sueño al mantener la mente psicológicamente comprometida, pues los móviles están diseñados para entretener y proporcionar información, lo contrario a lo que requiere el cuerpo minutos antes de descansar.
[caption id="attachment_1422961" align="aligncenter" width="1200"] Unsplash[/caption]
Revisar las redes sociales o el correo electrónico justo antes de acostarse, puede desencadenar un retraso del sueño, que lleva a los usuarios a pasar más tiempo despierto, llegando a provocar insomnio.
Un informe de la Organización Mundial de la Salud, publicado en el 2014, advierte que los teléfonos suelen ser transmisores de frecuencias de entre 450 y 2.700 MHz y tienen un pico de potencia que va de 0,1 a 2 vatios. Aclara que el aparato sólo transmite energía cuando está encendido, y que la potencia desciende rápidamente al aumenta la distancia con el dispositivo.
“Una persona que utiliza el teléfono móvil a una distancia de entre 30 y 40 centímetros de su cuerpo, por ejemplo, al escribir mensajes de texto, navegar por internet o cuando se utiliza un dispositivo manos libres, estará mucho menos expuesta a campos de radiofrecuencia que quienes lo utilizan acercando el aparato a su cabeza”, señala el informe.
¿Cuáles son las consecuencias?
Una de las consecuencias principales es el calentamiento de los tejidos, pues "la mayor parte de la energía es absorbida por la piel y otros tejidos superficiales, de modo que el aumento de temperatura en el cerebro u otros órganos del cuerpo es insignificante". [caption id="attachment_1422962" align="aligncenter" width="1200"] Pexels[/caption] Otros estudios indican que la luz de la pantalla suprime la melatonina, la hormona responsable de controlar el ciclo de sueño-vigila, lo que implica que dicha luz no sólo es mala para la visión, sino también para el cerebro. Cuano el cuerpo se queda sin esa hormona puede experimentar insomnio, cansancio e irritabilidad. También te puede interesar:- EU propondrá a México una actualización de la Iniciativa Mérida en reunión de seguridad
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