Aunque allá ya es de noche, Argentina verá al 'Sol' brillar. Este jueves Luis Miguel abre el telón de su tan esperada gira mundial luego de casi 4 años de no pisar los escenarios.
El cantante comienza su “Luis Miguel Tour 2023” en el Movistar Arena de Buenos Aires, donde ofrecerá 10 conciertos -con sold out incluido y más de 110 mil boletos vendidos- para luego recorrer Chile, Estados Unidos y llegar a México el 14 de noviembre. Su travesía por suelo mexicano abarca sitios como la CDMX, Oaxaca, Monterrey y Guadalajara.
En el primer día de esta nueva gira, Luis Miguel fue esperado y aclamado por fans ‘desesperados’ que se congregaron en la entrada del hotel Faena, donde el artista se hospeda, según información de la agencia Reuters.
"Hemos vivido todas las etapas de nuestra vida con él. Fue mi infancia, mi adolescencia, mi casamiento. Es parte de nuestra historia", dijo a Reuters Carina Zampaglione, de 50 años.
Los problemas económicos que atraviesa Argentina -que sufre una inflación anual superior al 100 por ciento- no fueron un obstáculo para que seguidores como Zampaglione disfruten de su astro en cada una de las 10 fechas previstas.
"Tenía cinco computadoras prendidas para sacar las entradas. Mis amigas me prestaron tarjetas y saqué un crédito en el banco. Me tenía que mudar y me gasté la plata de la mudanza", confesó la fan a Reuters.
"Tengo entradas para nueve de los 10 shows. Siempre es profesional, entusiasta y único", señaló por su parte Daiana Ramírez, de 34 años.
Un nuevo 'Sol'
Polémico por naturaleza, Luis Miguel llega a su nuevo tour con altas expectativas del público sobre él. Con una imagen 'renovada', el cantante buscaría dejar atrás su última gira "México por Siempre", realizada entre 2018 y 2019, la cual sembró un amargo sabor entre los fans (y no tan fans) por su actitud durante las presentaciones.
Por ejemplo, en el caso específico de Argentina, el periodista Marcelo Fernández Bitar -del diario El Clarín- recuerda que el cantante tuvo varios incidentes durante un show en Palermo, donde incluso pateó una bocina molesto por situaciones que no salían como él quería en el escenario.
“Su cambio físico habla de la preocupación que tiene para aparecer perfecto. Lo está haciendo todo para llegar pulcro, con una personalidad arrolladora, para evadir las críticas que le llegaron en el pasado”, dijo para El País Gilberto Barrera, periodista de espectáculos.
Sin embargo, -fiel a la controversia- Luis Miguel arribó a Argentina con una serie de peticiones tanto para el Movistar Arena como para el hotel donde se queda. De acuerdo con la prensa de ese país, el artista solicitó telas en las paredes, rosas blancas y velas de vainilla en el camerino del estadio, así como agua de una marca específica en su hospedaje. _Con información de Reuters, El Clarín y El País