Los corridos tumbados son uno de los géneros musicales más escuchados en la actualidad y uno de los que más críticas ha despertado, pues muchos de ellos hablan a favor de la ‘Chapiza’.
Se trata de un subgénero de la música regional mexicana que combina elementos de la música urbana, donde predomina el uso de la trompeta, teclado, guitarra, bajo eléctrico, acordeón, entre otros. Comenzó a inicios del 2020, especialmente entre la comunidad mexicana y la mexicano-estadounidense.
El precursor de este género es Natanael Cano pues fue él quien consiguió la exposición del mismo entre la audiencia oyente del regional mexicano. Más tarde llegarían otros exponentes como Peso Pluma, Junior H, Eslabón Armado y Fuerza Regida, quienes lograron explotar los corridos tumbados a nivel internacional a principios de 2023.
Te podría interesar
La principal razón por la que este tipo de música no ha logrado convencer a todos los oyentes es porque la letra de sus canciones tiende a hablar sobre la violencia, sexo, consumo de drogas, autos, dinero, lujos y mujeres.
Cabe señalar que derivado de los corridos tumbados surgió el corrido bélico, cuyas líricas hablan específicamente sobre la narcocultura, el tráfico de drogas, violencia explícita, y enfrentamientos armados.
¿Los corridos tumbados hablan a favor de la ‘Chapiza’?
El “legado” que dejó Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán en el trasiego de drogas hacia Estados Unidos de la mano del Cártel de Sinaloa y que ha sido retomado por sus hijos, los llamados ‘Chapitos’, ha servido como inspiración para la creación de canciones, donde se resaltan las hazañas del capo y su grupo criminal.
De hecho, los cantantes Natanael Cano y Peso Pluma son quienes más canciones les han dedicado, algunas “por encargo” –según en palabras del propio intérprete de ‘Ella baila sola’- en las que narran las vivencias de los lugartenientes de Los Chapitos, así como la bandera a la que representan entre las organizaciones criminales de México: "701, la clave que se respeta" en alusión a El Chapo.
Algunas melodías que están inspiradas en los miembros del Cártel de Sinaloa es la llamada ‘AFS’ de Natanael Cano, cuyas siglas sirven para referirse a Jesús Alfredo Guzmán-Salazar.
“Pa'l gabacho no pueden cruzar, no se ocupa, aquí hay jale de más. La bandera de aquel viejo aquí se respeta, que se escuche Alfredo Salazar. Y por los pueblos los kilos cruzar, las avionetas las miran bajar. Se van cargadas con peso, pero de más, buen piloto los que van fuera”, dice un fragmento de la canción.
Otras canciones populares que hablan a favor de la ‘Chapiza’ son ‘CH y la Pizza’ de Fuerza Regida y Natanael, la cual trata sobre las ganancias que el tráfico de estupefacientes le ha dejado a los hijos del Chapo Guzmán.
“Soy una eminencia, pa’ la fiesta y el desmadre. Pero si toca jale, las botas y un pasesón. Pura plebada de huevo, cargo con la bendición de su madre. Todos patrocinados por un tal, vienen y ván”, se menciona.
Las ‘rolas’ con referencias a Los Chapitos son abundantes, pues a la lista también se suma ‘Siempre pendientes’ de Luis R. Conriquez y Peso Pluma, donde parte de la melodía menciona lo siguiente: “JGL traigo en las cachas orgullosamente. Mandan los jefes, yo cuido el área, aquí nadie se mete. En una Urus me salgo a pasear, diez camionetas se miran atrás. Cuido la plaza del señor Guzmán, y al Piyi traigo de anillo de seguridad”.
Otro ejemplo es ‘Archivaldo’ de Gerardo Ortíz, quien hace una clara referencia a Archivaldo Guzmán, uno de los hijos de Guzmán Loera.
“Porque es el hijo del Chapo, y trae las fuerzas por las venas. También tiene su compadre, ahí anda el panu gente que estima. Y yo crecí en Guadalajara, ahí le entendí a la movida. Y los negocios de mi padre, son derechos de familia”.
Las melodías no han sido bien recibidas por miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), motivo por el cual los meses pasados amenazaron de muerte a Fuerza Regida y Peso Pluma si se presentaban en Tijuana.
¿Qué dicen los expertos sobre los corridos tumbados?
De acuerdo con el etnomusicólogo Bruno Bartra, los corridos tumbados muestran formas en que los jóvenes pueden sobrevivir en un contexto fuertemente influido por la violencia y el narcotráfico.
"Es lo mismo con los corridos tumbados: te enseñan cómo, en medio del refuego, que es una palabra que utilizan mucho para referirse a las balaceras, cómo sobrevivir. En algunos casos hablan de que hay que unirse a una organización y en otros casos cómo lidiar con ese contexto", explicó el especialista a Radio Fórmula.
Bartra señaló que aunque algunos corridos tumbados tengan una posición crítica frente al narco y otros más de apología, también reflejan la forma en que jóvenes lidian con su contexto de violencia.
"Los corridos tumbados son un síntoma de la realidad que vivimos en donde hay una parte del país o varios puntos en que son controlados por un poder que no es el poder elegido políticamente, sino que es el poder del narco, hay regiones claramente donde los cárteles u organizaciones criminales tienen un peso muy importante en las decisiones políticas en el rumbo de las economías de las regiones, en la vida cotidiana", agregó.
Es importante mencionar que la mayoría considera que los corridos tumbados y el corrido bélico tienden a enaltecer la industria del narcotráfico, por ello, autoridades de algunos estados de la República Mexicana han decidido tomar cartas en el asunto y prohibir su reproducción.
Tal es el caso de Tijuana, Baja California, cuyo cabildo aprobó la prohibición de los narcocorridos en esta ciudad fronteriza. Las sanciones serán a quien transmita, exhiba, interprete, reproduzca o permita espectáculos públicos que promuevan la cultura de la violencia o hagan apología del delito y criminales.
Por ello, los artistas podrían recibir una multa de 6 mil y 12 mil veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización (UMAS) vigente, que actualmente van desde los 600 mil y hasta el millón de pesos.
Chihuahua y Quintana Roo son otras entidades del país donde los espectáculos públicos que fomenten la violencia no están permitidos, y donde también se han impuesto sanciones a los artistas que no acaten dicho ordenamiento.