El cineasta mexicano Carlos López Estrada recibió ayer la noticia de que "Raya y el último dragón", cinta que codirigió con Don Hall, está nominada a los Premios Oscar 2022 en la categoría de "Mejor película animada".
López Estrada, hijo de la productora televisiva Carla Estrada, llegó a la película de Disney gracias a que "alguien del departamento" de la empresa vio su primera película, "Blindspotting", en Sundance; así como Jennifer Lee, nueva líder creativa, quien buscaba nuevos directores para "mostrar un punto de vista diferente al departamento de dirección de Disney".
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Historia detrás de "Raya y el último dragón"
"Raya y el último dragón"centra su acción en un reino inspirado por el sudeste asiático que, a pesar de toda la imaginación, resulta increíblemente cercano al mundo real.
"Es verdad que el mundo se siente dividido, parece imposible coexistir con alguien que tiene un punto de vista diferente al tuyo", explicó Carlos López en entrevista para EFE.
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La película viaja a Kumandra, un mundo ficticio en el que humanos y dragones convivían en completa armonía, hasta que una fuerza sobrenatural convirtió a todos los habitantes en piedra.
En un acto de generosidad, los dragones se sacrificaron para salvar a los humanos, pero la miseria y escasez despertaron la desconfianza en el reino, ahora dividido en pequeños territorios que parecen irreconciliables.
Aunque la producción de "Raya y el último dragón" comenzó en 2018, desde el mismo arranque parece que Disney hace una alegoría del mundo real con una introducción que sugiere que, a pesar de toda adversidad, el peor enemigo del ser humano es: el ser humano.
"Raya solo quiere unir a gente de diferentes tierras, llevar al mundo a un estado de armonía", aseguró López Estrada.
El resto de la película transcurre seis años después del último enfrentamiento entre los pueblos, que deja un escenario distópico sobre el que una solitaria Raya tiene la misión de encontrar al único dragón sobreviviente para superar la maldición.
A lo largo de la aventura surgen comentarios que recuerdan la naturaleza existencial de la historia. "Una plaga surgida de la discordia humana", analiza uno de los personajes. "La sociedad está rota, no te puedes fiar de nadie", dice otro.
Pero en medio del pesimismo aparece la dragona Sisu -inspirada en los Nagas, un tipo de serpientes o dragones de agua relacionado con la vida y la esperanza, que también pueden adquirir una forma humana-: Una alma ingenua y pura que cree que el mayor poder que se le puede dar a una persona, es la confianza plena.
La unión de Raya y Sisu (que recuerda a la complicidad entre Mulán y Mushu) es determinante para recorrer el reino en busca de cómplices que quieran participar en la misión de salvar a la humanidad.
No hay un villano más allá de la fuerza sobrenatural, tampoco un interés romántico y la trepidante acción no deja espacio para canciones. "Mucha gente relaciona las películas Disney con musicales", analiza Estrada. Pero esta princesa sustituye las coreografías por acrobacias, alguna pelea y mucha tensión.
¿Raya podría ser un Avenger?
Con "Frozen" y "Moana", Disney se ha ido alejando poco a poco del prototipo caduco de una princesa como mujer delicada, insegura y cuya salvación pasa irremediablemente por la conquista de un hombre. Raya da un paso más, aquí no hay príncipe ni se le espera. Tampoco tiene dudas de su talento.
"Mi compañero de dirección dijo que podría ser un 'Avenger'", bromeó López Estrada. Ninguna de las cualidades de Raya se muestran como algo excepcional o fuera de lo común.
"Encaja muy bien en la familia de princesas Disney, pero también es totalmente diferente", describió el mexicano Carlos López, director de "Raya y el último dragón", nominada en los Premios Oscar 2022.