Una de las parejas más polémicas del mundo del arte y del espectáculo, fue la que formaron Frida Kahlo y Diego Rivera a mediados del siglo pasado. Los pintores sostenían que su relación era abierta, así como Frida tuvo amantes también él.
Fue una de las amigas de ella, quien le llamó la atención a Rivera, quien no tardó en caer enamorado de la amiga de su mujer, una de las artistas más importantes del Cine de Oro mexicano.
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Con su talento y belleza cautivó a todos, María Félix se posicionó como una de las actrices más importantes de la crema y nata a mediados del siglo pasado.
Durante la década de los 40, María bonita iniciaba una excelente amistad con una de las pintoras más reconocidas hasta la fecha, Frida Kahlo, quien se había casado por segunda vez con el muralista.
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Félix se quedaba por temporadas en la Casa Azul de Kahlo, donde disfrutaba de fiestas con los académicos y artistas del momento, así como del arte que unió a la pareja de pintores.
Uno de los cuartos de la casa ubicada en Coyoacán, incluso, lleva la leyenda “Cuarto de María Félix, Frida Kahlo y Diego Rivera”, La actriz encontró refugio a lado de la pareja después de haberse divorciado de Agustín Lara en 1948.
Cásate con Diego
Una famosa carta, según relata el portal de mariafelix.com, escrita por Frida le pedía a María Bonita casarse con Diego, quien estaba profundamente enamorado de La Doña. La carta había sido decorada por la pintora con motivos mexicanos, sin embargo, Félix dijo que no, ya que amaba a los dos y prefería mantener su amistad.
Frida también estaba enamorada de ella, y por ello entendía el sentir de su marido.