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Esta es la triste historia detrás del clásico villancico "Mi burrito sabanero"

La canción de "Mi burrito sabanero" o "El burrito de Belén", tiene su origen en Venezuela.

Mi burrito sabanero está incluida en la lista Billboard de las 100 mejores canciones navideñas de todos los tiempos.Créditos: Unsplash (Imagen ilustrativa)
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Durante todo diciembre es común escuchar el tradicional villancico que reza: "Con mi burrito sabanero, voy camino de Belén". Sin embargo, poco se sabe acerca de la historia detrás de este tema tan contagioso y arraigado en las tradiciones de las fiestas navideñas.

La canción de "Mi burrito sabanero" o "El burrito de Belén", tiene su origen en Venezuela.

Resulta que, según BBC Mundo, el maestro Hugo Blanco compuso la canción y la grabó con Simón Díaz, pero le pareció que la letra iba más con voces infantiles, por lo que contacto a un coro infantil llamado "La Rondallita".

En ese grupo se encontraba el pequeño Ricardo Cuenci, de 8 años de edad, quien por su amor por la música, moviendo una cajita de fósforos con clavitos, solía tararear en su casa el tradicional villancico.

Por lo anterior, el día de la grabación Cuenci se puso a cantar el burrito sabanero. Al escucharlo, Hugo Blanco y Raúl Cabrera,
le pidieron grabar el tema; de hecho, se tuvo que grabar como el burrito tabanero, porque el menor no sabía pronunciar la "s".

Con la voz del pequeño, Raúl Cabrera difundió el tema que pronto se volvió un éxito.

Así fue la triste historia...

Y es ahí donde comienza la triste historia del tema, ya que aunque el disco triunfó primero en Caracas y después se internacionalizó sólo algunos miembros de "La Rondallita" viajaron a promocionarlo.

No obstante, Ricardo no fue invitado a la primera gira, fue hasta la segunda gira que acudió a algunas presentaciones.

Sin embargo, pese a la popularidad que alcanzó el sencillo, al pequeño cantante no le dieron "ni un bolivar partido por la mitad".

Debido a la mala experiencia, cuando le propusieron a su padre que Ricardo se uniera al grupo Menudo, él se negó
pues temió que su hijo fuera explotado.

Tras ello, Ricardo dejó la música, pero se siente feliz al saber que cada navidad hay un niño que igual que él
se llena de alegría al escuchar el "si me ven, si me ven, voy camino de Belén".