“Sí tú lo quieres, tú lo puedes hacer”, dijo Gloria Zarza a TV Azteca hace 2 años. En ese momento llevaba la medalla de plata en la mano que consiguió en Tokio 2020, pero no estaba satisfecha, quería ser campeona. Dos años más tarde, este mismo lunes, logró la presea de oro en París 2024. Son 7 años de lucha, de soñar tras haberse quedado a 1 cm de la gloria en Río 2016.
¿Quién es Gloria Zarza, la medallista de oro en Juegos Paralímpicos?
Gloria Zarza nació el 20 de agosto de 1984 en Zinacantepec, Estado de México. Vino al mundo con poliomielitis, que le causó una luxación de cadera. Fue a la escuela con silla de ruedas y por motivos de salud, tuvo que meterse a hacer deporte. Sus entrenadores la veían con potencial de atleta, pero ella sólo estaba ahí como un proceso de rehabilitación.
“Inicié en el deporte a los 27 años y lo inicié por salud. Vine a la Ciudad Deportiva y me dice el encargado ‘yo te veo a ti cuerpo de lanzadora’ y le digo ‘no, para mí lo competitivo no, sólo es para mantener mi salud’, relató Gloria a Jorge Zarza.
Pero la convencieron de probarse e inició lanzando disco, luego jabalina, hasta que llegó la bala. Sólo en unos meses se convirtió en seleccionada nacional y se anotó para ser representante del país en Río 2016, donde se quedó cerca, muy cerca de la gloria.
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“Mis primeros Juegos fueron en 2016 y quedé a 1 cm del tercer lugar. Dices tú ‘¡1 cm!’. Me bajé en esa competencia de mi banco de lanzamiento y dije ‘no vas a trabajar para 1 cm, vas a trabajar para más porque has hecho y lo seguirás haciendo’”, contó.
Lo logró. Pero no sin antes pasar por el arduo trabajado de la preparación: ejercitó músculos con 8 horas de rutinas, de gimnasio. Pero la vida le tenía preparada una sorpresa, una triste sorpresa. En el vuelo en el que fue a Tokio 2020 había alguien contagiado de Covid-19, así que no podía competir.
Gloria contó que lloró, sufrió en 4 paredes aislada, sola en Japón porque el sueño se le había negado. Pasaron tres días y las autoridades le permitieron competir con una condición: estar aislada de todos y aceptó. “Como sea, pero quiero participar”, indicó.
“Vi el estadio, era un sol enorme y me dijo ‘soy grande yo puedo’”. En el cuarto lanzamiento logró una marca de 8.06 metros, que en ese instante era récord olímpico y medalla de oro. Una hora tocó el cielo, pero la vida la bajó unos escalones y se quedó con la plata.
En ese momento se dijo muy contenta de lograr lo que había soñado sin saber que, irónicamente, la gloria la esperaba en la capital de Francia. Con un registro de 8.06 en lanzamiento de bala F54 se colgó el oro y tocó la campana del Stade de France. Gloria Zarza quiso y pudo.