Contra todo pronóstico y en un partido épico y lleno de emociones, las Rayadas de Monterrey consiguieron el bicampeonato de liga al derrotar a las odiadas rivales, las Tigres, quienes estuvieron a punto de ganar en un juego atiborrado de sudor y lágrimas.
Y lo hicieron, obtuvieron la gloria, en casa, en su estadio, en una cancha llevada al límite y dando la vuelta en un partidazo épico, que se decidió en muerte súbita y que cimbró a la Sultana del Norte.
Aunque al arranque del segundo tiempo, las felinas tenían una cómoda ventaja de 2 a 0 (3 a 0 en el global, tras un golazo de Greta 'La Dama de Hierro' Espinoza en la final de ida), la Pandilla se puso el overol y logró meterle un susto a sus contrincantes, al empatar el marcador con un golazo de antología de Lucía García y otro tanto de Tanna Sánchez.
Las tigres, a pesar de que por momentos perdieron la calma, lograron resistir los embates de las rayadas y hasta se dieron el lujo de fallar un penal, gracias a una atajada de la portera Pamela Tajonar y un error de la tiradora, Lizbeth Ovalle.
La suerte de las amazonas, sin embargo, se terminó cuando, cerca del final del partido, su antigua estrella, Katty Martínez, ahora vuelta su némesis, anotó el empate global a favor de la pandilla, lo que mandó el juego a una tanda de penales.
Los penales fueron cardíacos: en la primera ronda ambos equipos anotaron 3 y fallaron 2, mientras que en la muerte súbita la pandilla logró anotar, en tanto que Ana Seigca, de las tigres, falló el decisivo, dejando el marcado en un 4-3, lo que le dio su cuarta estrella a las rayadas.
Con esta victoria, las rayadas se afianzan como la segunda mayor potencia de la Liga Femenil: le siguen el América y las Chivas con dos, respectivamente. En tanto, las felinas, las mayores ganadoras históricas, se quedan en siete títulos.
El futbol despierta una pasión incomparable en sus seguidores. Los estadios vibran con el entusiasmo de los fanáticos que cantan, gritan y se emocionan al unísono. La cultura futbolística va más allá de los partidos; incluye ritos, cánticos y rivalidades que se transmiten de generación en generación.
En el caso de Mexico, el futbol femenil ha experimentado un crecimiento significativo en la última décadas, ganando popularidad y reconocimiento en todo el territorio nacional. Este fenómeno no solo se debe al aumento de la participación de las mujeres en este deporte, sino también a la calidad del juego y al impacto social positivo que genera.
Con toda justicia, Monterrey, donde los partidos de las Tigres y las Rayadas llenan estadios, se ha vuelto el epicentro de la Liga Femenil del país, pues tiene a los equipos más ganadores y más populares de todo el país.