A nueve meses de haberse inaugurado y con algunos tramos aún en construcción, la obra emblema del presidente Andrés Manuel López Obrador, el Tren Maya, fue sometido a un análisis de la prensa alemana donde no salió bien parado al considerar que su construcción es un horror ambiental y está lejos de atraer al turismo.
El pasado 25 de agosto, el canal de televisión de Alemania, NTV, presentó un reportaje sobre este proyecto ferroviario por 1 mil 500 kilómetros en la Península de Yucatán, con el que el gobierno de López Obrador puso en marcha un ambioso plan para traer de vuelta en negocio de los trenes de pasajeros, y su principal apuesta para detonar la economía a través del turismo en cinco estados del sureste del país: Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
En la nota periodística, los informadores alemanes, quienes suben al Tren Maya en la estación de Cancún y bajan en la estación de Playa del Carmen, destacan la poca afluencia de turistas que tiene este ferrocarril y que el paisaje es el mismo, árboles por todos lados.
"No vemos muchos turistas en el andén y también ha muchos asientos vacíos. En realidad recorre kilómetro tras kilómetro en medio de la selva. La vista siempre es la misma a izquierda y derecha, se ven muchos árboles nada más", enfatiza NTV.
Activistas acusan daño ambiental por obras del Tren Maya
De acuerdo con el último dato proporcionado en septiembre del año pasado por Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda, el costo de la construcción del Tren Maya ya superaba los 500 mil millones de pesos.
Según estimaciones del propio presidente Andrés Manuel López Obrador, el Tren Maya comenzará a generar utilidades después de seis años de entrada completamente su operación.
NTV contactó al activista Guillermo De Christy quien los guió por la selva a través de un camino de más de una hora para que pudieran ser testigos oculares del daño ambiental que esta obra ha traído a Quintana Roo.
El medioambientalista adentra a los periodistas alemanes en una de las cuevas que albergan cenotes que han sido contaminados por la construcción de 15 mil pilotes que sostienen el piso donde corre el Tren Maya.
"El agua contamina el lugar donde viven peces y tortugas. Muchos animales de la selva entran a las cuevas a beber agua: jaguares, pumas y osos. Los activistas no pueden creer que tanta naturaleza haya sido destruida para un tresn turístico", expresan.
Según activistas que se oponen a la construcción del Tren Maya, para la edificación del tramo 5, que corre de Cancún a Tulum, se han tenido que talar alrededor de 10 millones de árboles.
De igual forma, se tiene el registro de fauna, como jaguares y pumas que han muerto a consecuencia del ruido que generan las obras.