El peso mexicano vuelve a niveles de 19: la moneda terminó el miércoles con pérdidas frente al dólar y cerró en 19.3433 unidades, según información del Banco de México.
La caída responde a preocupaciones en torno a la reforma al Poder Judicial, iniciativa impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Según el banco central, lo anterior representa una pérdida del 1.82 por ciento frente al precio de referencia del martes, por lo que encabeza las pérdidas de la sesión entre una cesta de divisas globales.
Asimismo, apuntó que la moneda osciló entre un valor máximo de 19.4150 y un mínimo de 19.1700 unidades por cada billete verde de Estados Unidos.
Te podría interesar
Gabriela Siller, directora de Análisis Económico en Grupo Financiero BASE, añade que al 'temor' se suma la sobrerrepresentación de Morena en el Congreso, con la que el partido guinda y aliados podrían aprobar cambios en la Constitución Mexicana en la Cámara Baja, como la reforma al Poder Judicial, sin requerir de un solo voto de la oposición.
Además, los especialistas de la agencia de noticias apuntaron que durante las últimas tres sesiones, el peso acumula un retroceso de más del 2.5 por ciento.
En ventanilla bancaria, la moneda de México tiene un valor de 19.79 unidades por cada dólar estadounidense, según datos de Citibanamex.
¿A qué se debe la caída del peso?
La agencia de noticias Reuters apunta que la moneda se deprecia el miércoles por estar en la antesala de la publicación de las minutas de la reunión de julio de la Reserva Federal (Fed) y en medio de renovadas preocupaciones locales en torno a una polémica propuesta de reforma al poder judicial.
Además, los mercados de la mayoría de monedas en América Latina cayeron pese a una baja global del dólar ante expectativas de un pronto recorte en las tasas de interés estadounidenses, esto tras las minutas de la última reunión de política monetaria de la Reserva Federal y datos del empleo en la primera economía del mundo.
Así, la atención está puesta en los planes del partido gobernante de reformar el sistema de justicia que desataron esta semana una huelga en el sector y mantienen en vilo a los inversionistas que temen que los cambios erosionen los controles sobre el poder presidencial.