En las últimas semanas, la armadora estadounidense Boeing ha estado bajo la polémica debido a diversos incidentes que se han registrado en su modelo más vendido, el 737-800 MAX, a raíz de la explosión de la puerta de emergencia de un vuelo de Alaska Airlines, y que desenmascaró una serie de fallas en los procesos de calidad en la construcción de estos aparatos.
El pasado 5 de enero, el vuelo 1282 de Alaska Airlines que cubría la ruta entre el aeropuerto de Portland y Ontario, en Canadá, tuvo que aterrizar de emergencia luego que una de sus puertas de salida de emergencia explotó.
Este incidente sólo dio pie a una serie de fallas en la construcción de la aeronave y que provocó que todos los modelos del 737-800 y 900 MAX en el mundo tuvieran que permanecer en tierra para evaluar su seguridad.
Apenas el 4 de marzo, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) había concluido que tras una serie de peritajes a la compañía constructura así como a su proveedor Spirit AeroSystems, encontró múltiples casos en los que las compañías supuestamente no cumplieron con el control de calidad de fabricación.
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Este hallazgo motivó que las autoridades estadounidenses detuvieran la expansión de la producción del Boeing 737 MAX hasta que se evaluaran los procesos de calidad.
Sin embargo, los problemas para la compañía estadounidense van en aumento, pues de acuerdo con The New York Times, la FAA realizó una nueva auditoria a la cadena de construcción del 737 MAX y de 89 pruebas, no superó 33.
En tanto, Spirit AeroSystems, que fabrica el fuselaje del MAX, aprobó sólo seis de las 13 auditorías, mientras que la auditoría centrada en la puerta que explotó en el vuelo de Alaska Airlines arrojó cinco problemas, siendo uno de ellos el relacionado con la instalación del componente.
Uno de los datos de la nueva auditoria y que más alarma han arrojado a las autoridades es el relacionado con el nivel de experiencia de los técnicos que realizaron el trabajo de construcción de los componentes de las aeronaves.
Además, el informe indicó que la compañía no logró determinar adecuadamente los conocimientos necesarios para la operación de sus procesos.
Técnicos de Boeing: 'no me subiría a los aviones'
En medio de las conclusiones a las que están llegando las autoridades aeronáuticas de Estados Unidos respecto a la calidad de los aviones de Boeing, en redes sociales como X se ha viralizado una investigación que Al Jazeera publicó en 2014 respecto a la pobre calidad en la construcción del modelo B 787.
Y es que de acuerdo con un periodista de la agencia de noticias que logró infiltrarse a una de las sedes de la compañía con sede en Carolina del Sur, donde entrevistó a los técnicos armadores de los aviones y quienes a pregunta expresa sobre si viajarían en las aeronaves que construían su respuesta fue un categórico, no.
Según el testimonio de los trabajadores, los pobres controles de calidad aplicados por Boeing, no hacían seguras a las aeronaves.
De igual forma, Al Jazeera documentó que los empleados encargados de construir las aeronaves, habían presentado problemas de adicciones a las drogas.
En respuesta, Boeing criticó que el reportaje retratara una visión sesgada de la compañía al tiempo que enfatizó que los controles de calidad eran estrictos por lo que sus aviones eran seguros para operación.