¿México se convertirá en el ‘paraíso’ de los chips? Todo parece indicar que nuestro país está listo para competir con gigantes tecnológicos, esto luego de que fuera elegido como sede de la planta más grande del mundo para ensamblar los chips GB200 Blackwell AI de la compañía estadounidense Nvidia.
Este proyecto, liderado por Foxconn, compañía conocida por ser la mayor fabricante de electrónica por contrato y el ensamblador principal del iPhone de Apple, promete posicionar a Guadalajara como protagonista en la producción de semiconductores de última generación, lo que podría dar a México un papel importante.
El imperio de Taiwán
Taiwán cuenta con una participación del 68% en el mercado global de semiconductores (chips). De acuerdo con la Misión Presidencial Latinoamericana (MPL), su influencia es aún mayor en la fabricación de chips más avanzados, donde representa el 92% de la capacidad mundial.
En ese sentido, la industria de semiconductores aporta aproximadamente el 15% del PIB de Taiwán, que asciende a 770 mil millones de dólares, y emplea a más de 70,000 personas.
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Cabe destacar que estos chips permiten el funcionamiento de una amplia gama de dispositivos, desde teléfonos inteligentes y computadoras, hasta automóviles, equipos médicos y electrodomésticos.
Con dichos datos en la mira, el dominio de Taiwán en este campo es evidente. Incluso medios señalan que la empresa TSMC, la cual es considerada el pilar de esta industria, es vista como una "montaña sagrada" que protege a la isla frente a las tensiones con China.
Sobre este tema, en una reciente entrevista con Euronews, el secretario de Estado de EU, Antony Blinken, advirtió que "una crisis entre China y Taiwán afectaría literalmente a todos los países de la Tierra", subrayando la relevancia de esta industria para la estabilidad económica mundial.
¿México le robará el puesto a Taiwán?
Con la construcción de la nueva planta en Guadalajara, México podría convertirse en el nuevo protagonista de la industria tecnológica global, desplazando a potencias como Taiwán.
Nvidia y Foxconn se univeron al 'plan' de gobiernos occidentales de reducir su dependencia de China, en medio de las tensiones geopolíticas y las interrupciones en la cadena de suministro que han afectado a la industria.
Así, la ubicación estratégica de México, su proximidad con Estados Unidos y su creciente sector manufacturero hacen de este país un terreno fértil para recibir la inversión de gigantes como Foxconn, lo que le permitiría competir directamente con los gigantes asiáticos.
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