La apreciación del peso ha afectado a las familias mexicanas que reciben remesas para solventar sus gastos. Esto se debe a que mientras la moneda mexicana aumenta su valor en las remesas disminuye, así que reciben menos pesos por cada dólar y baja su poder adquisitivo.
Al respecto, la directora de Análisis Económico de Banco BASE, Gabriela Siller, explicó que ya son siete meses consecutivos en los que las remesas pierden su poder adquisitivo y el peso continúa con su apreciación. Este martes alcanzó un nuevo mínimo histórico, ya que llegó a las 17.01 unidades por dólar.
"Es una pérdida de poder adquisitivo, a mayo, que es el último dato disponible, ya van siete meses consecutivos en que las remesas pierden poder adquisitivo, si continuamos viendo el resto del año un tipo de cambio alrededor de 17.15 unidades por dólar, que estamos por debajo de eso, pero supongamos 17.15, que ahí se estaciona, entonces sería la mayor pérdida de poder adquisitivo de las remesas en registro para cualquier año", detalló.
Las familias mexicanas que reciben remesas desde Estados Unidos han tenido que pedir que les envíen más dinero, de acuerdo con la especialista. Por ello, hubo un incremento en mayo, durante ese mes ingresaron 5 mil 693 millones de dólares por este. Lo que fue 10.7 por ciento más que durante el mismo periodo de 2022.
Te podría interesar
"Las remesas en mayo siempre se incrementan por el Día de las Madres, pero este mayo se incrementaron un poco más precisamente por esa pérdida de poder adquisitivo", explicó.
Ante la disminución de poder adquisitivo, las familias han dejado de consumir algunos productos y los han sustituido por otros.
¿Cuánto bajó el poder adquisitivo de las familias que reciben remesas?
El poder adquisitivo de las familias que reciben remesas ha disminuido considerablemente. A continuación se observa una tabla comparativa en la que se puede apreciar que las reducción es proporcional conforme se mandan más dólares y comparado con el cierre de 2022, reciben 12.69 por ciento menos.
Por último, la especialista detalló que si bien las familias mexicanas que reciben remesas no cuentan con un perfil definido que ayude a identificarlas, varias de ellas están integradas por personas que no encontraron buenas oportunidades laborales para solventar los gastos y tuvieron que irse a Estados Unidos.
"Tienden a ser familias de bajo poder adquisitivo para los cuales las remesas representan un ingreso importante, no es otro ingreso más", añadió.