Estados Unidos está escalando su disputa con México sobre sus medidas biotecnológicas agrícolas, incluida su postura sobre el maíz genéticamente modificado, solicitando consultas de solución de controversias, dijeron el viernes funcionarios de alto nivel de la oficina del Representante Comercial.
Los socios se acercan cada vez más a una disputa comercial en pleno en el marco del acuerdo comercial entre Canadá, Estados Unidos y México (T-MEC) sobre las políticas de México para limitar el uso de maíz transgénico, que importa de su vecino del norte.
Estados Unidos solicitó consultas comerciales formales en marzo por sus objeciones a los planes de México de limitar las importaciones de maíz transgénico y otros productos de biotecnología agrícola.
Dichas consultas se celebraron, pero no lograron resolver el asunto, dijeron los funcionarios de la Oficina del Representante Comercial (USTR, por su sigla en inglés).
La intensificación de la controversia sobre el maíz se produce en medio de otras disputas entre ambos países, sobre todo en materia de energía, en la que Estados Unidos ha argumentado que la política nacionalista de México perjudica a las empresas extranjeras.
A pesar de los cambios al decreto de México, que modificó en febrero, Estados Unidos dijo que las políticas del país latinoamericano no se basan en ciencia y parecen inconsistentes con su compromiso bajo el T-MEC.
"Hicieron algunas modificaciones, como eliminar el plazo específico para prohibir los productos biotecnológicos, pero el decreto exige una sustitución gradual y la prohibición final del maíz biotecnológico y esta parte de la medida en sí no tiene base científica", dijo un funcionario del USTR.
Maíz transgénico: ¿qué pasará con México y EU?
Estados Unidos podrá solicitar el establecimiento de un panel especial de solución de diferencias si las partes no han logrado resolver el tema en un plazo de 75 días a partir de la solicitud de consulta, añadieron los funcionarios.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha afirmado que las semillas modificadas genéticamente pueden contaminar las variedades autóctonas milenarias de México y ha cuestionado su impacto en la salud humana.
El secretario de Agricultura de México expresó su confianza -en una entrevista publicada esta semana- en que la disputa con Estados Unidos no iría más allá ni escalaría a un panel de solución de diferencias.