La Reserva Federal (Fed) inició el año con un aumento de 25 puntos base a su tasa de interés, ubicándola en el rango entre 4.50 y 4.75 por ciento -el nivel más alto desde noviembre de 2007, cuando la economía estaba en vísperas de lo que resultaría ser una larga y profunda recesión-.
Además, el Comité Federal de Mercado Abierto anticipa más aumentos toda vez que serán apropiados para lograr una postura de política monetaria que sea lo suficientemente restrictiva para regresar la inflación a 2 por ciento.
Ante estos próximos aumentos, la Fed tendrá en cuenta el endurecimiento acumulativo de la política monetaria, los retrasos con los que la política monetaria afecta la actividad económica y la inflación, y la evolución económica y financiera.
"La guerra de Rusia contra Ucrania está causando tremendas dificultades humanas y económicas y está contribuyendo a aumentar la incertidumbre global. El Comité está muy atento a los riesgos de inflación", advirtió la Reserva en su comunicado.
La decisión de política monetaria -la primera de 2023- va en línea con lo esperado por el mercado y, además, representa una 'baja' en el ciclo alcista cuando el año pasado la entidad elevó su tasa de fondos federales en 425 puntos base en respuesta a una inflación acelerada.
En marzo dio inicio el alzas de tasas con un aumento de un cuarto de punto porcentual, más adelante el Banco Central aprobó incrementos de tres cuartos de punto porcentual, es decir, 75 puntos base, y en total subió el tipo objetivo en 4.25 puntos en sólo 10 meses. En su reunión de diciembre el aumento fue de medio punto porcentual.
Sin embargo, las últimas lecturas han indicado que el incremento de precios en el país vecino se está desacelerando.
"Los últimos acontecimientos sugieren que el próximo año puede ser un poco menos difícil de lo que se pensaba", de acuerdo con información de Nathan Sheets, economista jefe mundial de Citi, citada por Reuters.
Aunado a esto, Sheets señaló que los riesgos de recesión están disminuyendo a nivel mundial, mientras que los datos de Estados Unidos "apuntaban a un crecimiento continuo, una inflación moderada y un ritmo más lento de subidas de tasas de la Fed".
¿'Respiro' para la economía?
En días recientes, el Fondo Monetario Internacional (FMI) aumentó sus perspectivas para la economía mundial que demostró ser "sorprendentemente resistente" ante los líos coyunturales como la guerra entre Rusia y Ucrania.
Reuters refiere que el impacto de la política monetaria parece estar ganando fuerza. Los nuevos datos de la semana pasada mostraron que una medida clave de la inflación se desaceleró más rápido de lo esperado en diciembre, continuando una tendencia a la baja de seis meses.
No obstante, la medida de inflación preferida por la Fed, el índice de precios de los gastos de consumo personal, aumentó a un ritmo anual del 5 por ciento en diciembre, por debajo del máximo de junio de casi el 7 por ciento, pero más del doble del objetivo de inflación del 2 por ciento fijado por el banco central.
Los responsables de la política monetaria insisten en que no cometerán el error crucial de suspender las alzas hasta que estén convencidos de que la inflación está en una senda duradera hacia el objetivo del 2 por ciento, indicó Reuters.