El Impuesto al Valor Agregado (IVA), que incrementa el precio de los productos y servicios que compramos, tiene sus antecedentes en México desde hace más de 100 años, pero ese nombre no es tan antiguo. ¿Sabían quién inventó el IVA y por qué se cobra? Te contamos.
El IVA tiene sus antecedentes en el pago de derechos postales que se creó en Inglaterra en 1840 y que México adoptó en 1856; posteriormente, durante el imperio de Maximiliano se emitieron estampilla fiscales para el pago de impuestos en 1863, según informa el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
"El impuesto del timbre adquirió tal importancia que con él se llegó a cobrar toda clase de impuestos especiales", destaca el SAT.
Pero no sería sino hasta 1870 que Matías Romero, Ministro de Hacienda de México, propuso la primera Ley del Impuesto del Timbre, cuyo proyecto planteaba sustituir el papel sellado o estampado por estampillas adhesivas que se podrían pegar en cualquier tipo de papel.
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Para el 1 de febrero de 1873, la Ley del Timbre comenzó a establecer impuestos a actividades como fabricación y embotellado de bebidas alcohólicas, preparación de tabaco y cigarrillos, apuestas, rifas, transportación y envíos, actividades profesionales, entre otras.
Se podría decir que Romero y su Ley son los padres de lo que actualmente se conoce como el Impuesto a Valor Agregado.
Establecimiento del ISIM y su posterior sustitución por el IVA
El Impuesto Sobre Ingresos Mercantiles (ISIM) se estableció en el año de 1948 y estuvo vigente hasta 1979, y su objetivo era eliminar los impuestos que las haciendas estatales y municipales tenían, para de esa manera establecer un impuesto único de carácter federal, de acuerdo a un artículo de María del Ángel Molina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El ISIM trató de un impuesto indirecto, ya que se trasladaba del sujeto pasivo, personas que obtienen ingresos con la comercialización de bienes y servicios, al comprador o usuario de los bienes y servicios, de acuerdo con Higo, una empresa de tecnología financiera.
Pero para 1980 se sustituye el ISIM y por el Impuesto al Valor Agregado (IVA), con el cual se paga el precio de un bien o servicio más un porcentaje, actualmente del 16 por ciento, de su costo.
El IVA se cobra porque así el Estado obtiene más recursos para desempeñar sus funciones, y como en última instancia es pagado por el consumidor, es un impuesto que es fácil de recaudar y difícil de evadir.
Además el IVA aplica tanto para productos nacionales como extranjeros, por lo que tienes que pagar un extra al comprar los artículos de otros países.