El aumento de los productos y servicios ha provocado que a las personas les rinda cada vez menos su quincena, lo cual, ha sido ocasionado por el constante incremento de la inflación en México y el mundo, lo que ha llevado a preguntarse si nuevamente volveremos a ver en circulación los billetes con más ceros.
Y es que apenas el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer que la inflación en territorio mexicano durante el mes de julio se ubicó en 8.15 por ciento, lo que representa una variación de 0.74 por ciento respecto al mes anterior.
Por lo anterior, el Banco de México (Banxico) se vio obligado a subir su dosis contra la inflación y aumentar nuevamente a 75 puntos base su tasa de interés.
¿Habrá billetes con más ceros?
La situación actual que se vive en el territorio nacional y a nivel internacional ha causado la preocupación de economistas y de la población en general, pues temen que sus billetes nuevamente vuelvan a agregar más ceros a su denominación.
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Incrementar los ceros de la moneda para hacer frente a la inflación sí podría volver a ocurrir; sin embargo, especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) afirman que la apreciación del peso ayudará a combatir la inflación.
De acuerdo con Moritz Alberto Cruz Blanco, académico del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la UNAM, la inversión extranjera y la llegada de remesas son factores que ayudan a apreciar el peso frente al dólar.
Por su parte, Eduardo Loria Guzmán, coordinador del centro de Modelística y Pronósticos Económicos de la Facultad de Economía (FE), detalló que la economía mexicana tiene más dólares y el tipo de cambio es flexible, lo que la blinda contra un descontrol de la inflación.
No obstante, ambos académicos coincidieron que no se sabe cuánto puede durar la apreciación del peso mexicano, pues su estado dependerá de varios factores nacionales e internacionales como el incremento de las tasas de interés en los Estados Unidos y hasta el conflicto que se mantiene entre Rusia y Ucrania.
Aunque hasta el momento no se ha hablado sobre la posibilidad de agregar tres ceros a la moneda nacional, lo que Banxico no ha descartado es la puesta de circulación de un billete de 2 mil pesos, esto debido a que ha aumentado la demanda de los billetes de mil pesos ante el incremento del costo de los productos.
Pese a que México se ha ‘salvado’, hasta el momento, de agregar tres ceros a su moneda, Argentina es uno de los países que no ha corrido con la misma suerte, quienes debido a la inflación y el aumento del precio del dólar, provocó una devaluación de la divisa argentina.
En la actualidad un peso argentino equivale a menos de un centavo de dólar. La devaluación de la divisa de Argentina se debe a que la misma población y los inversionistas tienen poca confianza en la moneda y optan por el uso del billete verde, debido a los problemas políticos, económicos y sociales por los que ha atravesado el país.
¿Cuándo se agregaron tres ceros a la moneda nacional?
En 1985, el entonces presidente Miguel de la Madrid tomó la decisión de aplicar una política monetaria debido a que desde que tomó posesión del cargo la inflación se mantuvo por encima del 100 por ciento.
Con dicha política monetaria se buscaba ‘aliviar’ la situación económica del país, por lo que tomó la decisión de aumentar tres ceros al peso. De esta forma 10 pesos pasaron a ser 10 mil pesos, 100 pesos se convirtieron en 100 mil pesos, y así sucesivamente.
Sin embargo, durante la administración de Carlos Salinas de Gortari, el 1 de enero de 1993 se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la nueva unidad del sistema monetario o mejor conocidos como ‘nuevos pesos’, que significó el retiro de los tres ceros a la moneda nacional.
Fue así como un billete de 20 mil pesos pasó a ser uno de 20, los de mil pesos se convirtieron en monedas, y los de 100 mil pesos desaparecieron entre otros cambios.
No obstante esta acción provocó que en diciembre de 1994, el peso mexicano se devaluara hasta en un 15 por ciento frente al dólar, lo que causó una grave crisis económica y una nueva inflación, con lo que la divisa estadounidense pasó de 3.46 a 4.99 pesos en aquel año. Además de que se adoptó un tipo de cambio flotante, es decir, el dólar no tenía un precio fijo y esto ocasionaba fluctuaciones.