Desde que inició su sexenio, una de las principales promesas del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) fue la de poner “primero a los pobres”; pero expertos advirtieron que los programas sociales implementados por el gobierno de la llamada cuarta transformación (4T) han beneficiado más a la población más rica que a las y los mexicanos de menos recursos.
Además, las políticas sociales de la actual administración fueron ineficaces para ayudar a las y los ciudadanos a afrontar la crisis económica provocada por la pandemia de COVID-19, según consideraron especialistas durante un seminario organizado por la Red Mexicana de Investigación en Política Social (Remipso).
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Hace unos días, el pasado 21 de junio, el presidente presumió en su conferencia de prensa matutina que durante este año se han destinado 443 mil millones de pesos a programas sociales prioritarios, además de que actualmente el 80 por ciento de los hogares mexicanos reciben recursos del estado.
Sin embargo, especialistas en política social recalcaron que dichos programas, como las pensiones para adultos mayores o las becas de Jóvenes Construyendo el Futuro entre otros, no están dirigidos a la población más vulnerable, por lo que no cumplen con su propósito de ayudar a las personas a salir de la pobreza.
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Programas sociales de la 4T benefician más a los ricos que a los pobres
Uno de los principales cuestionamientos a los programas sociales implementados por el gobierno de la 4T es el hecho de que, aparentemente, los recursos no se destinan para beneficiar a los sectores de mayor pobreza en el país según comentaron los especialistas.
Máximo Jaramillo, doctor en sociología por el Colegio de México, maestro en Ciencias Sociales y economista por la Universidad de Guadalajara, consideró que el rediseño de las políticas sociales en el actual sexenio se ha caracterizado por buscar la “universalidad”, por condicionar la entrega de apoyos y por beneficiar a los sectores de más altos ingresos.
Explicó que a pesar de que ha aumentado el presupuesto federal destinado a estos programas, al pasar de 27 mil 60 millones de pesos en 2018 a 41 mil 685 millones en 2020, lo que representa un incremento de 54 por ciento, el 80 por ciento del dinero llegó a la mitad de la población con ingresos más altos.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), y que fueron citados por el especialista, el porcentaje de personas en pobreza extrema que reciben un apoyo del gobierno bajó 21 por ciento, al pasar de 64 por ciento en 2018 a 43 por ciento en 2020.
Es decir, en 2020 sólo 4 de cada 10 mexicanas y mexicanos en pobreza extrema recibieron dinero de programas sociales.
En contraste, el porcentaje de población no pobre que es beneficiaria de estos programas se incrementó del 20 por ciento en 2018 a 27 por ciento en 2021.
Hogares más ricos reciben más dinero de programas sociales
El doctor Maximiliano Jaramillo explicó que, de acuerdo con datos del Inegi, los recursos que se destinan a programas sociales se distribuyen de manera más o menos equitativa entre todos los sectores, lo que anula el efecto redistributivo de las transferencias monetarias y no ayuda al combate a la pobreza.
En otras palabras, ello significaría que el dinero que entrega el gobierno federal a través de becas, pensiones y otros programas ya no se enfoca en ayudar a los más pobres, sino que se distribuye igualmente entre todos los sectores de la población, con lo que pierde su propósito de redistribuir los recursos entre los más necesitados.
Destacó que mientras en 2018 el 26 por ciento del presupuesto se destinaba al 10 por ciento de la población más pobre, en 2020 se destinó únicamente el 11 por ciento del presupuesto, lo que representó una menor cobertura.
Señaló que debido a esta redistribución de los recursos para programas sociales los más beneficiados han sido los sectores con mayores ingresos, pues los recursos que eran destinados para la gente de menor recursos ahora se entregan a personas que no tienen carencias.
Recalcó que en el 2020, los hogares con ingresos más altos recibieron en promedio mil 523 pesos al mes de programas sociales, un 60 por ciento más en comparación con los 951 pesos que recibían en 2018.
Por el contrario, las viviendas con menos ingresos recibieron mil 7 pesos mensuales de estos apoyos en 2020, un incremento de apenas 0.7 por ciento, en comparación con los mil pesos que recibían en 2018.
Programas sociales no ayudaron contra crisis económica por la pandemia
Por su parte, Carlos Barba, investigador integrante del Sistema Nacional de Investigadores y doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Guadalajara, señaló que los programas sociales de la 4T no ayudaron a las y los mexicanos más pobres a enfrentar los estragos económicos provocados por la pandemia de COVID-19, pues no estuvieron enfocados en ayudar a la población más vulnerable.
En su ponencia, advirtió que las políticas sociales implementadas por el actual gobierno no fueron diseñadas considerando las consecuencias sanitarias, económicas y sociales derivadas de la emergencia por el coronavirus.
Recalcó que la pandemia provocó severos estragos al empleo, generando que las tasas de desocupación en México se incrementaran, tanto en el empleo formal como en el informal.
Sumado a lo anterior, la pandemia de COVID-19 también provocó un repunte en las cifras de pobreza y pobreza extrema en México de acuerdo con datos de la Cepal; pues de 2019 a 2020 se incrementó 9.1 por ciento la tasa de pobreza, mientras que la pobreza extrema incrementó 7.8 puntos porcentuales.
Pese a que una de las promesas de la campaña de AMLO fue la de poner 'primero a los pobres', expertos aseveraron que los programas sociales, como becas y pensiones, implementados por la 4T han beneficiado a los más ricos y no a los más pobres.