Pese a que los grandes productores de petróleo del mundo han generado ganancias récord en los últimos dos años, tras el repunte de los precios del crudo, Petróleos Mexicanos (Pemex) no ha conseguido los mismos resultados e incluso atraviesa por un escenario más complicado.
De acuerdo con Bloomberg, la empresa petrolera mexicana se suma a otras compañías de América Latina, quienes están perdiendo aproximadamente 864 millones de dólares de ingresos diarios con las tasas de producción actuales.
En el caso específico de Pemex son una serie de factores los que se están acumulando y están ‘arrastrando’ a la compañía a enfrentar millonarias pérdidas.
¿Qué le está pasando a Pemex?
Según el sitio especializado en finanzas, las razones por las que actualmente la petrolera enfrenta un escenario complicado son: una mala gestión, la creciente deuda y proyectos fallidos.
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Cabe señalar que la producción de crudo se ha visto reducida casi todos los años desde 2004, incluso ahora es menos de la mitad de lo que producía en aquel entonces.
Respecto a la deuda, ésta se ha disparado a alrededor de 105 mil millones de dólares, cifra que lo convierte en el productor de petróleo más endeudado del mundo.
Pese a dicho escenario Pemex se ha logrado mantener con vida gracias a la intervención del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien ve la independencia energética como un objetivo para el país, por lo que ha invertido más de 20 mil millones de dólares en inyecciones de capital y exenciones fiscales desde 2019.
No obstante, Bloomberg sostiene que las dificultades en Pemex siguen empeorando, lo que le ha impedido de disfrutar los frutos de lo que podría ser el último gran auge petrolero, esto debido a la transición global que se avecina lejos de los combustibles fósiles.
En el tema de las reservas, éstas se han reducido a una cuarta parte de lo que eran hace apenas dos décadas, alcanzando los 6 mil 100 millones de barriles a finales de 2020.
Durante la administración del actual mandatario, la producción de Petróleos Mexicanos se ha estabilizado con la incorporación de condensado, un petróleo muy ligero que suele valer menos que el crudo regular; sin embargo, la producción de este último sigue cayendo, al presentar una disminución de 2.6 por ciento en los primeros 10 meses del presente año en comparación con el 2021.
Las pérdidas económicas para la petrolera han sido evidentes, pues en el tercer trimestre registró una pérdida de 52 mil millones de pesos mexicanos, debido que el productor se empantanó con los altos costos de importar gasolina, diésel y otros combustibles a fin de atender a los clientes nacionales.
Aunque Pemex tiene todo para convertirse en un grande petrolero, Bloomberg sostiene que lo que se está haciendo mal es que en realidad la compañía no presta atención a extraer la mayor cantidad de petróleo posible, además se ha enfocado en desarrollar prospectos terrestres de aguas poco profundas en lugar de apostar por proyectos más riesgosos y prometedores, los cuales podrían aumentar sus reservas a largo plazo.
Sin embargo, otra limitante para llevar a cabo apuestas más riesgosas es que la petrolera no cuenta con la liquidez, la tecnología ni los conocimientos de ingeniería para concretarlos.
Incluso uno de los proyectos prometedores para México fracasó. Se trata del descubrimiento de petróleo conocido como Zama en 2017 por la perforadora estadounidense Talos Energy; sin embargo, un año después del hallazgo, México determinó que el reservorio se desangró en un área vecina controlada por Pemex, por lo que luchó para apoderarse del descubrimiento y no compartirlo con empresas extranjeras.
La apertura a la inversión privada y luego el cierre de dichas oportunidades durante la administración de López Obrador han hecho que compañías petroleras internacionales no se quieran arriesgar y renuncien a la posibilidad de seguir perforando en suelo nacional, lo que también ha desfavorecido a la economía del país.
Por si fuera poco los proyectos emprendidos por el presidente no han rendido los frutos esperados. En primer lugar está la refinería de Dos Bocas, cuyo costo previsto era de 8 mil millones de dólares y se estima que concluya en 16 mil millones de dólares.
A dicha cifra se suma que hasta la fecha no ha iniciado operaciones, mismas que arrancará meses después de lo planeado. También está la refinería Deer Park en Texas, la cual no envía combustible a México y se limita a vender a clientes estadounidenses.
Todo lo anterior ha llevado a que Pemex se pierda la oportunidad de ganar billones de pesos y la posibilidad de estar entre los grandes productores de petróleo del mundo. _ Con información de Bloomberg