Pese a que el alza de los precios de los energéticos se encuentra por debajo de la inflación general, esto no ha impactado en el precio de los alimentos como se esperaba, advirtió Gabriel Yorio, subsecretario de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público.
En México, la inflación de los energéticos se ubicó en 6.20 por ciento en la primera quincena de septiembre; sin embargo, pese a que se encuentra por debajo de la inflación general (8.76 por ciento) en ese mismo periodo, esto no es suficiente para que se reduzcan los precios de los alimentos.
El funcionario explicó que si bien en México el 70 por ciento de la mercancía se moviliza a través de carreteras y transporte de carga; en los precios de los alimentos no sólo influye el costo del combustible, también afectan las interrupciones en la cadena de valor, falta de conexiones para su transporte, costo del comercio exterior y desastres naturales, como sequías o inundaciones, que pueden afectar la producción.
“Los choques de oferta están presionando los precios porque la producción se reduce y la demanda se mantiene constante y eso genera que los precios se incrementen”, señaló el funcionario en entrevista con Mario Beteta para Grupo Fórmula.
De acuerdo con Yorio, para combatir la inflación especialmente en los alimentos, el Gobierno de México quiere agilizar procesos de importación, reducir costos y mantener los precios de la gasolina para inducir una dinámica a la baja en los precios de la canasta básica.
Y es que la inflación no subyacente, aquella que incluye a los productos más volátiles, como frutas y verduras, durante la primera quincena de septiembre de 2022 fue de 10.22 por ciento a tasa anual, alcanzando niveles máximos en 21 años, mientras que los alimentos se han encarecido aproximadamente 15 por ciento.
Apenas este lunes, el Gobierno de México anunció nuevas medidas para ampliar el Paquete contra la inflación y la carestía (PACIC) con el que se trata de controlar el aumento en los precios de los alimentos. En dichas acciones participan 15 empresas que buscan mantener fijo el costo de la canasta básica en 1 mil 039 pesos hasta febrero de 2023.
En tanto que Yorio señaló que además se busca la reducción de tiempos, así como el anclaje de las cuotas de peaje y el precio de la gasolina.
Sumado a estas medidas, el Banco de México (Banxico) ha tratado de frenar la inflación a través del alza en la tasa de interés de referencia, que en su última actualización el jueves pasado quedó en 9.25 por ciento, misma que se ha incrementado desde junio de 2021.
Al respecto, Yorio señaló que el impacto de estas medidas contra la inflación no será inmediato, sino que puede tener un periodo de impacto de hasta 12 meses para que se refleje en el cese del crecimiento de precios.
Será el próximo 7 de octubre, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dará a conocer el nuevo dato sobre la inflación actualizado al mes de septiembre.