¿Quién no ha probado las famosas paletas de elote con chile, las de sandía, manita, tarrito o las pica fresa? Estos dulces han estado presentes en la vida de muchas generaciones de mexicanos y son fabricados nada más y nada menos que por la confitería Dulces Vero, pero ¿por qué se llaman así y cuál es su historia? Te contamos.
Esta empresa dedicada a la producción de caramelos y productos elaborados con base de chile tiene en su catálogo una amplia gama de dulces y confituras, incluyendo paletas de caramelo macizo, gomitas y malvaviscos, entre otros que han sido elaborados desde hace 70 años.
¿Cuál es la historia de Dulces Vero?
Sí, la historia de esta exitosa empresa mexicana arranca en 1952 con un pequeño negocio familiar llamado 'Los Pinos', mismo que fue instalado en la ciudad de Guadalajara, Jalisco.
Don Ángel Ibarra Dávila junto a su esposa María del Refugio Robles e hijos son los fundadores de esta compañía, que inició con la fabricación de un dulce amarillo y ciclos parecidos a un turrón que era cortado en pequeños trozos y envuelto en papel celofán de colores.
Te podría interesar
Sin embargo, tras una fuerte sequía que azotó la región, la familia Ibarra Robles tomó la decisión de emigrar a Culiacán, Sinaloa en 1960, donde continuaron con la fábrica, ahora llamada ‘Dulces Gloria’.
Ya en el año de 1964, Jorge, el hijo mayor decide regresar a Guadalajara para continuar con la tradición dulcera, y un año después retorna toda la familia para integrar una sola empresa que llevó el nombre de ‘Dulces Teresa’.
Tras varios años de intenso de trabajo y de un crecimiento exponencial, en la década de los 70 surge el nacimiento oficial de la marca Dulces Vero.
Aunque hasta la fecha no hay información concreta sobre el origen del nombre, se ha revelado en blogs de internet que Dulces Vero nació como inspiración del nombre de la nieta de don Ángel Ibarra y doña María del Rufugio Robles.
La marca logró consolidarse en los años 80, convirtiéndose en Grupo Industrial Vero, por lo que arrancaron con la creación de nuevas fábricas, un incremento en la variedad de productos e incluso arrancaron la exportación de sus productos, siendo Corea su primer cliente del extranjero.
No obstante, un momento decisivo para la marca mexicana llegó en 2010, cuando Grupo Bimbo adquirió los principales activos de la confitería, por alrededor de los 75 y los 125 millones de dólares.
Dicha compra permitió que la compañía fortaleciera su logística, distribución y exportación, haciéndose del primer lugar de ventas de dulces a nivel nacional.
Además, Dulces Vero amplió sus horizontes y continuó creciendo no sólo a nivel nacional sino que también internacional, pues en la actualidad exporta sus productos a países de América, Europa, Asia y el Medio Oriente._ Con información de Grupo Bimbo y Dulces Vero Blogspot