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México.- El 40 por ciento de las mujeres entre 12 y 65 años de edad en México participa en el mercado laboral, es decir, reciben alguna remuneración, aunque el valor económico del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado que realizan, alcanza un equivalente al 20 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Al explicar lo anterior, la profesora investigadora del Colegio de México (Colmex), Brígida García Guzmán, enfatizó que el trabajo doméstico que realiza la población femenina en el país no es valorado por los varones, las empresas e incluso por el Estado.
"Es decir, esa contribución que las mujeres hacen a la economía y a la sociedad queda invisibilizada”, anotó, al estimar que "si le pusiéramos precio a ese trabajo no remunerado, eso aportaría 20 por ciento del PIB nacional”, subrayó.
La profesora-investigadora en el Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales (CEDUA) de El Colmex desde 1971, precisó que en México entre un 55 a 57 por ciento de la población activa en general labora en la informalidad.
Las mujeres alcanzan entre el 70 por ciento, aunque "desde siempre” éstas han contribuido a la economía nacional de diferentes maneras, expuso en entrevista con Notimex.
Recordó que a principios del siglo XX, había mucha participación femenina, antes de la industrialización del país básicamente en actividades agrícolas y de empacados de productos. Posteriormente, con la industrialización, disminuyó su participación hasta los años 70 y 80.
Y fue durante la década de los ochenta cuando se experimentó una de las más severas crisis económicas por las que ha atravesado la economía mexicana, cuando se incrementó la participación de miembros de la fuerza de trabajo no primaria en la vida laboral, como fue el caso de las mujeres.
Estimaciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO) refieren que en la actualidad, 53.7 millones de los 105.8 millones de habitantes del país son mujeres, lo que representa 50.7 por ciento de la población nacional.
Además, su número se duplicó en relación a 1970, cuando eran 25.3 millones y su rol como jefa de familia y su participación en la economía, aunque persiste desigualdad laboral.
"Actualmente al trabajo que realizan fuera de casa, se suma el trabajo doméstico y, en especial para aquellas que tienen hijos menores de edad”, añadió la académica.
Entonces, dijo, "la carga de trabajo en el hogar es significativa, pero no se reconoce de ninguna manera ni por los varones, ni por el Estado, ni por las empresas, es decir, su contribución a la economía no es reconocida”.
La investigadora del Sistema Nacional de Investigadores (SIN) nivel III, comentó que a la par del incrementó de la matrícula de las mujeres en las universidades, aumentó la demanda de éstas en diversos puestos laborales.
"El aumento de la escolaridad femenina he hecho que haya muchas mujeres muy preparadas y también, la transformación misma de la economía ha hecho que se demanden puestos de trabajo, sobre todo en los servicios, donde las mujeres están muy preparadas y equipadas para desempeñarlos”, señaló.
Observó que han sido varios los procesos que han permitido que las mujeres se incorporen en el ámbito laboral.
García Guzmán, quien cursó la Maestría en Demografía en El Colegio de México y el Doctorado en Sociología en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, indicó que ahora las mujeres soleras, divorciadas o solas permanecen en el mercado laboral, aun cuando vuelvan a casase como ocurría antes.
Señaló que hoy en día existe una creciente necesidad y voluntad de las mujeres por incorporarse al mercado laboral, aunque en su mayoría están dentro del trabajo doméstico y de cuidado de los hijos, "y ahora de los ancianos, que es cada vez más importante por el envejecimiento de la población”.
Se trata, anotó la académica del Colmex, de un trabajo que requiere de un gran esfuerzo, porque "aun las mismas mujeres no reconocen como trabajo muchas de las tareas (domésticas) que llevan a cabo”.
Actualmente, según cifras del Conapo, los hogares encabezados por mujeres aumentaron de 13.5 por ciento en 1976, a 23 por ciento, en tanto que su inserción en la actividad económica ha crecido de manera sostenida durante las últimas décadas.
De tal suerte que la proporción de la población femenina mayor de 12 años de edad que participa en actividades económicas se incrementó de 17.6 por ciento en 1970, a 31.5 en 1991, 36.4 en 2000 y 38.7 en 2006.
No obstante, la mayoría de las mujeres que labora se desempeñan como trabajadoras remuneradas y por cuenta propia (65.0 y 21.9 por ciento, respectivamente), y en menor grado como empleadoras (2.3 por ciento).
Tan solo el 10.8 por ciento realiza actividades económicas sin recibir una remuneración por su trabajo.
Notimex