Ni vendiendo todos los activos del gobierno del estado se alcanzarían a cubrir los adeudos pendientes, ya que existe una deuda de 19 mil mdp de la administración estatal actual que lo sitúa en el Sistema de Alerta de la Secretaría de Hacienda, en semáforo rojo y en calidad “default” por incumplimiento de pagos a créditos contratados.
Lo anterior fue revelado por la coordinadora general del Equipo Receptor del Proceso de Entrega- Recepción, Marcela Andrade Martínez, quien en conferencia de prensa presentó un reporte parcial donde se hicieron revisiones a secretarías, organismos y fideicomisos.
Reiteró que fueron detectados más gastos que ingresos de recursos, lo que pone en riesgo la viabilidad de las operaciones de cualquier empresa o gobierno.
Detalló que se encontró una duplicidad de los pasivos en un 110 por ciento, es decir, casi 10 mil millones de pesos (9 mil 853 mdp), cuyo déficit será el que heredará al gobierno estatal entrante.
Se detectó además que se dio prioridad al pago de nómina y se dejó de pagar los créditos contratados, lo mismo el pago de participaciones a municipios, a proveedores y más; esta situación acarreó que Durango sea la única entidad del país en calificado en “default” (incumplimiento de pago), que se ubique en semáforo rojo y en un Sistema de Alerta por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Marcela Andrade reveló a groso modo que la deuda total del Estado es de 19 mil millones de pesos, de los cuales, la de corto plazo es de 9 mil millones, incluidos los intereses bancarios.
“Al día de hoy no hay para pagar los montos urgentes, ni vendiendo todos los activos incluso edificios como el Centro de Convenciones Bicentenario y otros, se alcanzaría a cubrir los compromisos”, lamentó.
La realidad ya alcanzó a las calles y para la tesorería resulta preocupante, incluso porque existe la posibilidad de no pagar la nómina siguiente.
Por último, la funcionaria dejó en claro que esta información es preliminar, ya que aún falta información por recabar y que el nuevo gobierno deberá enfrentar retos y sanear las finanzas públicas para corregir el rumbo.